RSF ha recibido con incredulidad la condena de siete meses y seis días de prisión al periodista José Cristian Góes, por un artículo de opinión con estilo literario publicado en su blog en mayo de 2012.
Bajo el título de “yo, mi coronel” el autor publica una crónica criticando a las oligarquías locales que se enfrentan a la actual democracia del país. Góes hace que un coronel imaginario hable en primera persona. No cita nombres ni cargos públicos. Sin embargo, su prosa despertó la ira del Vicepresidente de la Corte de Justicia de Aracaju (capital del estado de Sergipe, noreste), Edson Ulisses, que inició un doble procedimiento, penal y civil, contra lo que él consideró un «insulto». Según el Magistrado, la crónica ha atentado contra su honor y el de su cuñado, Gobernador del Estado, Marcelo Dedá que sin embargo no presentó denuncia.
“En este texto Goes relata las prácticas del poder en un texto de ficción. La pena de prisión impuesta al periodista se ha convertido en un tema de interés nacional y el juicio será tan solo un primer ensayo. Sin embargo es una locura judicial y un insulto a los principios fundamentales de la Constitución democrática de 1988.El resultado de la apelación deberá poner fin a este precedente. El estado no puede pisotear las libertades fundamentales por interés y conveniencia” ha declarado RSF.
Desde la anulación en 2009, de la ley de prensa de 1967, heredada del régimen militar, las autoridades judiciales, especialmente las locales, utilizan la censura denominada “preventiva”, contra los periodistas con la finalidad de proteger a los círculos de poder. Este fenómeno se ha intensificado recientemente con internet.
Por esa razón, RSF se felicita de la reciente victoria judicial de un periodista de TV Bandeirantes, y autor de un blog Fabio Pannunzio, en donde publicó un artículo que ha definido como difamatorio el Secretario de Estado de Seguridad.
El autor, Antonio Ferreira, recibió la orden de retirar su blog sin haber habido un fallo judicial. Posteriormente el tribunal de Justicia de Sao Paolo invalidó esta medida así como la demanda planteada por el autor.
«Este resultado feliz es, por desgracia demasiado raro entre los numerosos casos de censura que afecta a la libertad de información en Brasil. Los acontecimientos de la «primavera brasileña» volvieron a plantear temas como la seguridad de los periodistas y los graves desequilibrios existentes del pluralismo ciudadano que muchos ciudadanos han venido denunciando como urgentes. Estos desafíos permanecen, así como la lucha contra la impunidad, mientras que Brasil se convirtió en 2013, con cuatro muertos, en uno de los países más mortíferos para los periodistas», dijo Reporteros Sin Fronteras.
