Reporteros Sin Fronteras manifiesta su alarma con la escalda de ataques online a periodistas que verifican informaciones en las redes sociales y que están siendo blanco de trolls las semanas previas a las elecciones generales.
Estos profesionales, que analizan informaciones en Internet, las contextualizan, rastrean los rumores, comprueban declaraciones políticas, analizan montajes fotográficos y otras informaciones falsas que circulan en las redes sociales a gran escala, están siendo blanco ataques de manera creciente a medida que se acercan las elecciones generales en Brasil.
Los ataques consisten en insultos, amenazas o campañas de desinformación. Así, la agencia brasileña de verificación de datos, Lupa, lleve recibiendo desde otoño del año pasado miles de tweets, algunos con amenazas de muertes. El origen de este acoso fue el anuncio, en mayo de 2017, de una asociación entre esta agencia de verificación y la red social Facebook para las elecciones del 8 y 28 de octubre próximos.
“El asedio online es una amenaza creciente contra la libertad de prensa”, lamenta Elodie Vialle, responsable de la oficina Periodismo y Tecnología de Reporteros Sin Fronteras. “Si hacen de estos analistas el nuevo objetivo es porque buscan intimidarlos y ocultar las contradicciones. Su trabajo de verificación y de contextualización es indispensable para la preservación de la integridad del debate público, que ocurre hoy en día especialmente online”, añade.
Cuando un contenido difundido en Facebook se cataloga como “falso” por estos analistas, su alcance, o sea el número de personas que tiene acceso a esa publicación, disminuye el 80%. Una forma de “censura” de numerosos políticos que no dudan en difundir campañas a gran escala con el objetivo de desacreditar el trabajo de estos “verificadores de datos”. Recientemente se difundió a través de WhatsApp un documento con los perfiles de 40 periodistas brasileños -incluidos gente de Lupa- con el objetivo de destacar sus orientaciones políticas.
“Estos verificadores de datos están siendo cada vez más el blanco”, lamenta Alexios Mantzarlis, coordinador de la red internacional de fact-checking (verificadores de datos) de la think-tank sobre periodismo, Poynter. “Simplemente porque antes su trabajo era menos conocido”, explica. “En Filipinas, los periodistas especializados en comprobar datos de la ONG Vera Files también son blanco de amenazas, insultos o campañas de desinformación que buscan perjudicarles», recuerda.
En Italia, el verificador de datos David Puente fue amenazado de muerte en Internet después de haber descubierto una cuenta falsa de Facebook que se hacía pasar por el periodista Roberto Saviano, conocido por sus investigaciones sobre las mafias. Después de sus revelaciones, se difundió un “informe” para perjudicar a David Puente, acusándole de… pedofilia. En Francia, el periodista Samuel Laurent, responsable de la columna de verificación de datos “Les Décodeurs” del periódico Le Monde, acaba de anunciar la “suspensión” de su cuenta de Twitter por el acoso sistemático que sufría.
En la último trabajo de investigación de RSF publicada a finales de julio, “Acoso online: cuando los trolls atacan”, la organización detalló 25 recomendaciones para estas siutaciones, como formación para periodistas, refuerzo a las plataformas que tiene relación con contenidos publicados online a través de sus servicios o incluso mecanismos de alerta.