La organización insta a las autoridades brasileñas a que se despenalicen los delitos de prensa
Reporteros Sin Fronteras muestra su esperanza de que el Tribunal Supremo Federal de Brasil anule, en una inminente decisión, la condena penal por difamación al periodista José Cristian Góes, al que se le impuso una pena de cárcel en primera instancia por un cuento de ficción sobre corrupción publicado en su blog en mayo de 2012.
Góes fue condenado el 4 de julio de 2013 a siete meses y 16 días de cárcel, sentencia que fue inmediatamente conmutada por la de servicios a la comunidad. También se le ordenó pagar 25.000 reales (€ 7.200) por daños y otros 5.000 reales (€ 1.440) por las costas del juicio.
La historia, que llevaba por título «Yo, el coronel en mí», criticaba los métodos clientelistas utilizados por aquellos que ostentan posiciones de poder e influencia en el ámbito local en Brasil, donde se les conoce como «coroneles». La historia fue contada en primera persona por un «coronel» imaginario que se quejaba de la democracia actual. No se especificaban nombres, fechas, lugares ni cargos públicos.
No obstante, Edson Ulisses, vicepresidente de la Corte Suprema de Aracaju, capital del nororiental estado de Sergipe, emprendió procedimientos civiles y penales contra Góes, afirmando que la historia era insultante.
«La sentencia José Cristian a una pena de cárcel en 2013, incluso aunque fuese conmutada por la de servicios a la comunidad, fue una bofetada en la cara de la libertad de información y opinión», señaló Claire San Filippo, responsable para América de Reporteros Sin Fronteras.
«Esperamos que el Tribunal Supremo Federal corrija ahora tal aberración y envíe una señal alentadora para los periodistas de Brasil. También instamos a las autoridades brasileñas a que despenalicen los delitos de prensa, porque la posibilidad de cargos criminales tiene un impacto disuasorio fuerte sobre la libertad de información».
Desde la derogación, en 2009, de una ley de 1967 sobre medios de comunicación heredada de la dictadura militar, los periodistas han sido víctimas a menudo de procesos judiciales abusivos por los delitos de injuria o difamación, especialmente a nivel local. Los tribunales también están mostrando una creciente disposición a usar la censura preventiva, especialmente contra sitios web.
Brasil ocupa el puesto 99, entre 180 países, en la Clasificación Mundial 2015 de la Libertad de Prensa que elabora Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país, en el Informe Anual de la organización.
