Reporteros Sin Fronteras toma buena nota de la decisión del gobierno de Burundi de permitir que dos emisoras de radio reanuden sus programas informativos después de nueve meses de silencio forzoso. No obstante, la organización expresa su preocupación porque se ha impuesto a los directores la obligación de firmar un compromiso de «equilibrio y objetividad» y de no convertirse en una amenaza para la “seguridad” del país.
El Consejo Nacional de Comunicación anunció en rueda de prensa el 19 de febrero la decisión de permitir que Rema FM (próxima al gobierno) y Radio Isanganiro vuelvan a funcionar. Son dos de las cinco radios a las que se prohibió operar a raíz del fallido golpe de estado el 14 de mayo de 2015.
A Rema FM se le había permitido volver a emitir música desde noviembre, pero Radio Isanganiro había permanecido cerrada y sellada hasta el anuncio de su reapertura. La firma del compromiso era una condición para que se le autorizara la emisión de noticias.
El anuncio se produjo tres días antes de una visita a Burundi del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
«Esta medida repentina del gobierno de Burundi probablemente se ha concebido como un signo de conciliación hacia la comunidad internacional, sobre todo en el período previo a la visita del secretario general de la ONU a Bujumbura», dijo Cléa Kahn-Sriber, responsable para África de Reporteros Sin Fronteras.
«Pero no es suficiente, porque las autoridades siguen actuando de una manera completamente arbitraria. Desde mayo de 2015 mantienen la prohibición de las radios sobre la base de que había en marcha una investigación judicial. ¿Ha terminado la investigación de Radio Isanganiro? Si es así, ¿cuáles fueron sus conclusiones? ¿Y por qué no se ha autorizado a reabrir a las demás emisoras privadas?».
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