CHINA | Impiden a la prensa extranjera trabajar en las zonas tibetanas
Reporteros sin Fronteras denuncia la forma en que las autoridades chinas violan las reglas relativas al trabajo de los periodistas extranjeros, deteniendo a los que van a las zonas tibetanas. En las últimas semanas han detenido al menos a trece corresponsales internacionales, y a la mayoría les han expulsado de las regiones tibetanas del oeste del país, mientras que las reglas heredadas de los Juegos Olímpicos garantizan la libertad de movimiento.
Cuando el mundo entero está mirando al Tibet, las fuerzas de seguridad chinas han puesto en marcha un excepcional dispositivo de seguridad para impedir la presencia de testigos extranjeros, y sobre todo de periodistas.
Aparentemente no hay ningún periodista en Tibet. A algunos les han impedido trabajar en las provincias de Gansu, Sichuan y Qinghai. En la última, Beniamino Natale, de la Agencia ANSA, fue detenido durante poco tiempo después de que visitara un monasterio.
El 10 de marzo la policía escoltó a tres periodistas de la Agencia France-Presse hasta que estuvieron fuera de la zona del monasterio de La Jia, en la provincia de Qinghai (Oeste). « Este no es un lugar público, ustedes no pueden estar aquí », les dijo un policía.
En la provincia de Sichuan han detenido a un equipo de la televisión pública española TVE, y han borrado las imágenes que había grabado. En Qinghai han seguido y detenido varias veces a una periodista del canal finlandés FBC, mientras que unos policías amenazaban a su chofer.
En las últimas semanas, las fuerzas de seguridad han detenido e interrogado a varios periodistas de Associated Press en las zonas tibetanas. Igualmente, la policía detuvo el 10 de marzo a un equipo del canal France 24, cuando se encontraba en el barrio tibetano de Chengdu. Unos policías explicaron al corresponsal, Sebastien le Belzic, que antes de grabar tenía que conseguir autorización de la oficina local del Ministerio de Asuntos Exteriores, como había que hacer antes de los Juegos Olímpicos.
A todos los extranjeros se les está impidiendo la entrada en el barrio tibetano de Chengdu.
El Club de Corresponsales Extranjeros en China (FCCC) ha pedido que « cesen las detenciones. Deteniendo y obstaculizando a estos periodistas, las fuerzas de seguridad están creando sospechas en relación con su actuación (en Tibet) ». Preguntada por Reporteros sin Fronteras, una responsable del FCCC ha precisado: « Las autoridades pueden detener e interrogar a los tibetanos que hablan con corresponsales extranjeros o les ayudan, por ejemplo los chóferes. En este contexto resulta extremadamente difícil conseguir información verificada, y aun más tener una idea precisa de lo que está pasando en las poblaciones tibetanas con ocasión del 50 aniversario de la sublevación ».
Reporteros sin Fronteras ha puesto en marcha una campaña para denunciar los obstáculos al trabajo de la prensa, en zonas donde se han cometido graves violaciones de los derechos humanos.