Cierre de medios y agencias, despidos, demandas y vetos: en dos meses, Trump acaba con el histórico compromiso de EEUU con la libertad de prensa
En poco más de 70 días desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente Donald Trump ha intensificado su ofensiva contra la libertad de prensa, adoptando medidas que amenazan la transparencia gubernamental y la independencia de los medios. Durante este periodo, Reporteros Sin Fronteras (RSF) no ha dejado de alertar sobre el grave deterioro de la libertad de prensa estadounidense y sus consecuencias sobre la democracia en EEUU y en el mundo.
Ya durante su campaña electoral, Trump lanzó constantes amenazas contra periodistas y medios. RSF contabilizó 108 ataques verbales en solo cuatro semanas. El presidente estadounidense exigió revocar licencias de emisión a cadenas como represalia política y prometió investigar a medios críticos. También emprendió acciones legales contra los que publicaron artículos en su contra y amenazó con encarcelar a Mark Zuckerberg. Esta presión surtió efecto y el 7 de enero, el CEO de Meta anunció la eliminación del sistema de verificación de Facebook en EE. UU. Desde bien antes de la campaña electoral, Elon Musk, que se hizo en 2022 con X (antes Twitter) para allanar el camino de Trump a la presidencia, ya se había encargado de desmantelar las pocas garantías de confianza y seguridad existentes en la plataforma, llegando incluso a prohibir arbitrariamente el acceso a periodistas que le criticaban.
Primeros días, primeras órdenes ejecutivas contra la libertad de prensa
Al asumir el cargo, Trump emitió una orden ejecutiva para «restaurar la libertad de expresión y poner fin a la censura federal», mientras su administración no ha dejado de socavar la independencia de los medios. Ha promovido acciones legales contra publicaciones críticas, como el proceso contra Des Moines Registers y su empresa matriz Gannett por una encuesta desfavorable, y ha tomado represalias contra el Centro Pulitzer por premiar investigaciones sobre los vínculos de su campaña de 2016 con Rusia.
Impacto global: congelación de la ayuda exterior de EEUU
El 27 de enero, Trump tomó una de sus decisiones más alarmantes: congelar los fondos de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAid). De esta manera, bloqueó miles de millones de dólares destinados a proyectos de ayuda global, incluidos más de 268 millones para apoyar a medios independientes, en el país y en todo el mundo, que impactan de forma especialmente grave a periodistas exiliados.
Los fondos de la agencia fueron suspendidos temporalmente por 90 días para evaluar su ajuste a la “agenda de política exterior del presidente Trump”. A falta de un mes para que concluya el plazo, numerosas organizaciones y medios de todo el mundo han contactado con RSF, expresando confusión e incertidumbre. Muchos de ellos evitan hacer pública su situación por temor a poner en riesgo su financiación a largo plazo o convertirse en blanco de ataques políticos.
“La noticia para nosotros ha sido devastadora. No solo hemos perdido, muchos, nuestro empleo de años y sustento en los países de acogida, sino que ahora la información que tiene más probabilidades de prevalecer es la concebida y escrita por los medios de prensa de las dictaduras. El clima que estamos viviendo es de mucha incertidumbre y desesperanza a nivel emocional y financiero. El periodismo no ha sido nunca una profesión para hacerse rico, es un oficio precario que mayormente se hace por vocación y entrega. Quienes ahora hemos quedado sin trabajo en el exilio tendremos que aparcar nuestra profesión y dedicarnos a otros trabajos, igual o peor de precarios, enfrentar, aún más, los retos de la migración y la xenofobia, y ver cómo el trabajo de tantos años es prácticamente detenido por las consideraciones de una administración extranjera, cuyas decisiones amparan más a las dictaduras que a los ciudadanos que las enfrentan”, comparte con RSF España una periodista cubana en el exilio que prefiere mantener su anonimato.
Los programas de USAid han apoyado a medios en más de 30 países, financiando la formación de 6.200 reporteros y ayudando a 707 medios no estatales.
Restricciones al acceso a la información
Durante estos meses, la administración Trump ha eliminado miles de páginas web oficiales y ordenado a agencias gubernamentales no hacer declaraciones públicas. También ha restringido el acceso de periodistas a la información gubernamental, limitando su acceso a las actividades diarias del presidente. El 11 de febrero, se negó la entrada a dos periodistas de Associated Press (AP) a la Casa Blanca, por no ajustar sus normas editoriales a la agenda de Trump.
Además, ha permitido que podcasters e influencers soliciten credenciales y ha lanzado un «programa anual de rotación de medios», que afecta a cabeceras con presencia fija, como NBC News y The New York Times. Y cumpliendo sus amenazas con los medios críticos, su nuevo presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones ha lanzado investigaciones infundadas contra CBS por «distorsión de noticias» y contra PBS y NPR por sus acuerdos de patrocinio.
Desmantelamiento de USAGM y Voice of America (VOA): 9 periodistas detenidos en el extranjero corren peligro
En un reciente decreto, emitido el 14 de marzo, Trump ordenó el desmantelamiento de la Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM), que supervisa medios como Voice of America (VOA), Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) y Radio Free Asia (RFA).
Los medios de USAGM desempeñan un papel crucial en entornos particularmente hostiles a la libertad de prensa, como Bielorrusia, Camboya, China, Corea del Norte, Laos, Rusia y Vietnam. Actualmente, nueve de los diez empleados de USAGM encarcelados en el mundo son periodistas: cuatro en Vietnam, dos en Rusia, uno en Bielorrusia, uno en Azerbaiyán y uno en Birmania. Dejarlos a su suerte los expone a un grave peligro.
Un día después, el 15 de marzo, los empleados de VOA, la mayor y más antigua red de radiodifusión internacional financiada por el gobierno federal de Estados Unidos, recibieron un correo electrónico informándoles de que causaban “baja administrativa” con efecto inmediato, provocando la interrupción total de la producción de noticias. Esta agencia, además de Voice of America, agrupa emisoras como Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL) y Radio Free Asia (RFA).
En solo dos meses, la administración Trump ha acabado con décadas de compromiso histórico de Estados Unidos con la libertad de prensa, lo que amenaza la integridad democrática del país. Reporteros Sin Fronteras hace un llamamiento urgente al Congreso estadounidense y a la comunidad internacional para proteger el periodismo independiente en EE. UU.