CLASIFICACIÓN 2024 | ESPAÑA: España no se salva del deterioro global del periodismo por la presión política, pero resiste en un escenario mundial desalentador

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Sube del puesto 36 al 30 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 de Reporteros Sin Fronteras por la mejora del contexto legal y de seguridad, y por el declive de otros países.

España no se libra de las presiones políticas que, como en todo el mundo, están erosionando la independencia y la pluralidad del periodismo, según se desprende de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2024 que publica hoy Reporteros Sin Fronteras (RSF), aunque resiste en un escenario mundial desalentador. De los cinco indicadores que miden la salud de la libertad de información, el político cae en España algo más de tres puntos, aún lejos del retroceso de 7,6 puntos que sufre a nivel mundial. Este descenso más atenuado, unido a la mejora que han registrado los indicadores que evalúan el contexto legal y la seguridad de los periodistas permiten a nuestro país subir seis puestos en el ránking mundial de la libertad de prensa, y pasar de la posición 36a a la 30a. El ascenso de España se explica, además, por el pronunciado declive de otros países en la Clasificación de RSF, que dibuja un panorama poco halagüeño para la libertad de prensa en el mundo.

 

En el mayor año electoral de la Historia, el planeta asiste a la presión creciente de los actores políticos sobre los medios de comunicación y los periodistas, en detrimento de la independencia, la calidad de la información y el pluralismo, según concluye RSF. La polarización y la desconfianza en los medios se hace notar en el indicador sociocultural de España, tradicionalmente sólido, que pierde casi cuatro puntos respecto al año pasado, denotando el desapego, cuando no la hostilidad, que afecta a parte de la ciudadanía respecto al periodismo.

Mientras que la excesiva concentración de los medios de comunicación en España y una precarización ya cronificada de la profesión periodística vuelven a lastrar el indicador económico, que cae por debajo de los 60 puntos (sobre 100), el contexto legal y la seguridad de los periodistas mejoran respecto al año pasado y explican, junto al declive de otros países, la subida de seis posiciones en la tabla que experimenta nuestro país.

Pese al incumplimiento del compromiso del Gobierno con la derogación de la “Ley Mordaza”, el hecho de que lleve años sin apenas aplicarse a profesionales de los medios y de que no se haya aprobado recientemente ninguna otra legislación que socave la libertad de informar colocan el marco legal de España entre los 20 más garantes del mundo, según la Clasificación de Reporteros Sin Fronteras.

Aunque la organización contabiliza y condena regularmente las agresiones físicas y verbales que sufren los periodistas españoles en la cobertura de eventos a pie de calle –como las acontecidas durante las protestas ante la sede del PSOE el otoño pasado–, así como el acoso que padecen en redes sociales, considera generalmente a España un país seguro para el libre ejercicio del periodismo.