El periodista colombiano Abelardo Liz perdió la vida cuando cubría una manifestación de una comunidad indígena en el departamento del Cauca. Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide a las autoridades que identifiquen cuanto antes a los responsables de este crimen y que garanticen la seguridad de todos los periodistas de la región.
El jueves 13 de agosto de 2020 el reportero indígena Abelardo Liz fue herido por impactos de bala cuando cubría una manifestación en Corinto, un municipio del departamento del Cauca (sudoeste del país). Falleció cuando lo trasladaban al hospital.
El periodista trabajaba para el medio de comunicación comunitario Emisora Nación Nasa, de la red de comunicación Voz del Viento (We’jxia Kaa’senxi – cabildo indígena de Corinto). El comunicador cubría una protesta de pueblos indígenas contra el desalojo de tierras que reivindican como suyas por Ley de Origen y que vienen ocupando desde el 2014. La situación se tornó violenta cuando, por orden de la alcaldía, llegó el ejército, la policía y el Esmad, a dispersar a los manifestantes y desalojar a las comunidades indígenas.
Aún no se ha identificado a los autores de los disparos que asesinaron a Abelardo Liz y a un activista indígena e hirieron a varios manifestantes.
“Las autoridades nacionales deben esclarecer el asesinato de Abelardo Liz. Identificar cuanto antes a los responsables, e investigar las condiciones en que intervino el ejército”, señaló Emmanuel Colombié, director de la oficina en América Latina de RSF. “Los periodistas del departamento del Cauca trabajan en condiciones lamentables; el gobierno colombiano tiene la responsabilidad de restablecer el Estado de derecho y garantizar la seguridad de todos los trabajadores de la información”, añadió.
En 2017 la periodista Efigenia Vásquez perdió la vida en circunstancias similares. Desde hace varios años el departamento del Cauca –donde casi una cuarta parte de la población es indígena– es escenario de numerosos conflictos por la posesión de la tierra (agroindustria y comunidades), los narcocultivos y corredores del tráfico, las disputas de sectores legales e ilegales de minería, entre otros, donde intervienen grupos armados como: Los Rastrojos (paramilitares), disidencias de Farc; el Ejército de Liberación Nacional (ELN); el Clan del Golfo (narcotraficantes) y el Ejército Nacional. En los cinco meses de la pandemia han sido asesinados en este territorio 26 personas entre líderes sociales, ambientalistas y defensores de derechos humanos. Este escenario expresa la situación de gran vulnerabilidad en que se desempeñan los periodistas, los cuales, a menudo, reciben amenazas o sufren agresiones, como lo muestra un reportaje realizado por Reporteros Sin Fronteras en 2012.
RSF expresa su gran preocupación por la seguridad de los periodistas en el Cauca pero también por la situación de riesgo que afrontan en Vistahermosa, departamento del Meta, los comunicadores comunitarios de las Voces del Guayabero y en particular los periodistas Fernando Osorio y Edilson Álvarez. En junio el periodista Osorio sufrió un impacto de bala en su mano mientras realizaba una filmación y desde agosto ambos han padecido en varias ocasiones amenazas y detenciones arbitrarias por parte de militares cuando han intentado cubrir las intervenciones del ejército en la región. Una expresión más de la tensión que se vive en la zona fue registrada el pasado 13 de agosto cuando estando la comunidad, incluido el medio de comunicación, reunida con La Comisión de la Verdad y delegados de las Naciones Unidas, explotó un artefacto a menos de 200 mts.
Colombia se encuentra en la posición 130, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF publicada en 2020.