| Los periodistas Cristian Herrera y Andrés González logran escapar de un intento de asesinato
14.01.2017 12:01
Los periodistas colombianos Cristian Herrera y Andrés González, de la casa editorial La Opinión, han sido víctimas de un intento de asesinato, la noche del 12 de enero de 2017. RSF denuncia este grave ataque contra periodistas que ejercen su profesión, más preocupante si cabe por la protección estatal a la que ya estaba sometido Herrera.
La noche del 12 de enero, Cristian Herrera fue informado por una de sus fuentes de un asesinato en el barrio de Cúcuta de la capital del departamento de norte de Santander, una parte de la ciudad donde se encuentran grupos criminales, contrabandistas y traficantes.
Herrera acudió al lugar en una furgoneta de la Unidad Nacional de Protección (UNP), acompañado de los agentes de seguridad que le ha adjudicado dicho organismo, que protege a los periodistas en Colombia, y de su colega Andrés González.
A su llegada, el vehículo fue interceptado por individuos armados que circulaban en motocicleta. Fueron rodearon e insultados. A continuación, intentaron abrir a la fuerza las puertas del vehículo y les dispararon. Finalmente los periodistas y escoltas lograron huir. Se encuentran a salvo y nadie resultó herido.
Cristian Herrera goza de la protección del Estado desde octubre de 2014, por las numerosas amenazas de muerte que ha recibido y las intimidaciones para que deje su trabajo. El periodista denunció ante la fiscalía nuevas amenazas en noviembre de 2016, sin embargo, ni la fiscalía, ni los entes de investigación del Estado, han identificado a los responsables de los hechos que ponen en riesgo el periodista.
“Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena este acto tan cobarde, un grave ataque contra la libertad de informar”, afirma Emmanuel Colombié, responsable del Despacho América Latina de RSF. “Este intento de asesinato contra un periodista mientras realizaba su trabajo y que se encuentra bajo la protección del mecanismo nacional, muestra la ineficacia de los dispositivos establecidos en un país que aún se encuentra muy afectado por la violencia de los grupos criminales y en el que el trabajo de los periodistas de investigación sigue siendo muy peligroso. Es necesario que las investigaciones den con los autores de estos actos para reducir o eliminar el peligro en el que laboran los periodistas del país”, añadie.
Cristian Herrera ha explicado a RSF que recibe amenazas por su trabajo desde 2004, cuando comenzó a hacer investigaciones sobre el crimen en Cúcuta. Entonces, la UNP le otorgó medidas de protección y tuvo que exiliarse casi un año en Chile por su seguridad e integridad física. Años después volvió a empezar a recibir amenazas. En 2014 recibió un panfleto firmado por el grupo armado paramilitar «Los Rastrojos», en el que le declaraban “objetivo militar” y le daban 24 horas para dejar la ciudad.
Por su parte, la UNP ha explicado a RSF que reforzará las medidas de protección otorgadas a Herrera y que le dará un vehículo blindado para que realice su trabajo.
RSF, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) y la Federación Colombiana de periodistas (FECOLPER) elaboraron de forma conjunta un informe sobre la UNP en 2015, con motivo de los 15 años de su creación. El informe señala que el programa de protección a periodistas en Colombia debe ser reformado para que pueda garantizar de manera más eficaz la seguridad de los periodistas colombianos, en particular la de los que trabajan sobre temas policiales, judiciales y criminales, que en numerosas regiones, como la de Cúcuta, se enfrentan a la violencia exacerbada del crimen organizado.
A pesar de los acuerdos de paz con los Farc, el estado colombiano no debe ocultar la presencia de otros grupos armados en el país, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y diversos grupos paramilitares, que a menudo atacan a los periodistas y continúan sembrando el terror en el país.
Colombia ocupa el puesto 134 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.