Desde que Raúl Castro ascendió a la presidencia, en 2006, la represión a los disidentes, que no ha cesado, se ha traducido a menudo en detenciones breves. Por desgracia, la detención del corresponsal de la agencia Hablemos Press, Calixto Ramón Martínez Arias, podría ser la excepción que confirma la regla y recordar la triste época de los largos encarcelamientos. Detenido por la policía desde el 16 de septiembre de 2012, el periodista corre el riesgo de ser condenado a tres años de prisión por “desacato” a las figuras de Fidel y Raúl Castro.
El día de la detención de Martínez, la jefa de edición del diario oficial Granma, Mairelys Cuevas Gómez, aprovechó un viaje de trabajo a México para refugiarse en Estados Unidos y pedir asilo. Un mes antes, el 15 de agosto, cuando acababan de finalizar los Juegos Olímpicos en Londres, Luis López Viera, jefe de la Redacción Deportiva de Juventud Rebelde, otro diario del Estado, hizo lo mismo ante los servicios de inmigración británicos. Manteniéndose informada sobre su situación, la organización Reporteros Sin Fronteras desearía conocer la reacción de las autoridades cubanas frente a los exilios de periodistas que eran sus empleados, así como saber más sobre la suerte de José Antonio Torres, otro periodista de la prensa del Estado, encarcelado desde hace más de un año y acusado, sin mayor precisión, de “espionaje”.
En el momento de su detención Calixto Ramón Martínez investigaba la pérdida en el aeropuerto de un cargamento de medicamentos y equipos médicos, por mal almacenamiento, en el aeropuerto. Poco antes había alertado sobre un brote de cólera y dengue, que después fue reconocido por las mismas autoridades. «¿En qué podría constituir un “desacato” a las figuras de los dirigentes la investigación que desarrollaba o sus anteriores revelaciones?» , se pregunta Reporteros Sin Fronteras. «Esta acusación y esta detención, completamente absurdas ponen de manifiesto la necesidad de un debate en los medios de comunicación oficiales. Uno de sus periodistas aún se encuentra detenido y otros han elegido el camino del exilio”, recuerda la organización.
Reporteros Sin Fronteras pide la inmediata puesta en libertad de Calixto Ramón Martínez Arias. Según los pactos sobre Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas firmados por las autoridades cubanas en 2008 –aún no han ratificados–, Cuba debería garantizar el derecho de informar y el derecho de la sociedad civil a cuestionar. «Recordarán a Cuba estos principios los demás países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)?”, cuestiona RSF.
El 21 de septiembre, el director de Hablemos Press, Roberto de Jesús Guerra Pérez, intentó, infructuosamente, visitar a su colega, detenido cinco días antes cerca del aeropuerto internacional José Martí. Los periodistas disidentes que acudieron al lugar obtuvieron como única respuesta amenazas de detención y algunos de ellos incluso fueron detenidos brevemente. Según las últimas noticias, el 20 de septiembre, Calixto Ramón Martínez fue trasladado al hospital Enrique Cabrera para recibir atención médica por los golpes que había recibido en el ojo izquierdo.
Originario de Camagüey, Calixto Ramón Martínez sufre un verdadero acoso de las autoridades, que persisten en enviarlo a su ciudad de origen, cuando él vive y trabaja en La Habana. En dos años, el periodista ha sido expulsado diez veces a Camagüey, en menosprecio de la reducción de la severidad de la ley de “migración interna”, adoptada a finales del año 2011, que antes limitaba la posibilidad de que las personas de provincia se mudaran a La Habana. Se trata del tercer periodista de Hablemos Press detenido este mes de septiembre.