EGIPTO | La vida de Alaa Abdel Fattah está en juego durante la COP27 y RSF exige su liberación

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El bloguero y activista británico-egipcio Alaa Abdel Fattah ha anunciado, tras más de 200 días en huelga de hambre, que intensifica su protesta hasta el consumo de 0 calorías al día. Desde el domingo 6 de noviembre en adelante, ya no beberá agua. La decisión de Alaa de intensificar su huelga de hambre hasta este punto exige una respuesta urgente, tal y como advierte Reporteros Sin Fronteras (RSF). Si esta acción no se produce en los próximos días, Alaa morirá. 

«Se necesita más que nunca una acción urgente e inmediata para salvar a Alaa Abdel Fattah», afirma Jonathan Dagher, responsable del Área de Oriente Medio de RSF. «Las autoridades egipcias han dejado claro que no les importa si Alaa vive o muere. Depende de la comunidad internacional, y concretamente de las autoridades del Reino Unido, donde Alaa es ciudadano, el aumentar la presión para asegurar su liberación. El riesgo de que muera en prisión es elevado. Este es un resultado aterrador que no podemos permitir»

En una carta enviada a su familia y compartida públicamente el 31 de octubre, Abdel Fattah anunció que intensificaría su huelga de hambre antes de la COP27, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que, en 2022, se organiza en Sharm el Sheik, Egipto. En la carta, Abdel Fattah detalla: «he decidido intensificar, en el momento oportuno, mi lucha por mi libertad y la de los presos». 

Abdel Fattah lleva en huelga de hambre desde el 2 de abril, consumiendo tan solo 100 calorías a través de un cucharadita de miel y leche. La mañana del 1 de noviembre, Alaa bebió su última taza de bebida caliente. El domingo 6, el primer día de la COP27, Alaa dejo de beber agua. «Lo que vendrá es desconocido», escribió en la carta a su familia. Un cuerpo humano puede sobrevivir entre tres y cuatro días sin agua, dependiendo de la persona.

Una voz que quieren silenciar

Programador y bloguero, Alaa Abdel Fattah es una de las voces que lideraron, en 2011,  las protestas que derrocaron a Mubarak tras tres décadas en el poder. Su primer arresto posrevolución fue el 30 de octubre de 2011, cuando el fiscal militar lo detuvo por escribir el artículo «Estar con los mártires, porque eso es mucho mejor», publicado tras la masacre de Maspero, en la que el ejército asesinó a 26 manifestantes coptos en El Cairo. El 28 de noviembre de 2013, Abdel Fattah fue nuevamente detenido y condenado a 5 años de cárcel. Su liberación en marzo de 2019 fue solo parcial, pues se le siguió exigiendo pasar las noches detenido en una comisaría de Dokki durante 5 años. Sin embargo, tan solo unos meses después, en septiembre de 2019, Alaa fue arrestado otra vez y condenado a otros 5 años en prisión. Ha estado encarcelado desde entonces.

Abdel Fattah, a quien se le concedió la ciudadanía británica en abril de 2022 gracias a la nacionalidad de su madre, ha pedido reiteradas veces al Gobierno de Reino Unido que intervenga en su caso. Muchos funcionarios gubernamentales ingleses han declarado públicamente que han planteado el caso a funcionarios egipcios, incluyendo a la exprimera ministra Liz Truss, en su calidad de ministra de Asuntos Exteriores, que afirmó que estaba «trabajando muy duro para su liberación».

Su hermana, Sanaa Seif, estuvo en una sentada de 20 días frente al Ministerio de Asuntos Exteriores de Londres hasta el comienzo de la COP27, con la esperanza de llamar la atención del ministro de Asuntos Exteriores y del primer ministro, quienes no han visitado a la familia a pesar de la necesidad de una intervención diplomática urgente.

En el lado egipcio, el Gobierno se ha empeñado en minimizar e incluso negar la huelga de hambre de Alaa. Mona Seif, su hermana, ha acusado a las autoridades de falsificar los informes sobre el estado de salud de su hermano y ha desafiado al Gobierno a publicar imágenes de Alaa desde su celda.

Al recibir la noticia de la drástica decisión de su hermano, escribió en Facebook«Alaa ya ha ganado la batalla. Si sale vivo y se reúne con nosotros, su familia, a salvo, lo habrá hecho usando solo su cuerpo y sus palabras». Añadió: «si no lo consigue y muere en prisión, su cuerpo le dirá al mundo entero la panda de mentirosos que sois: criaturas despiadadas e inhumanas a las que no se les debería confiar ni una planta, y mucho menos la gente y el futuro de este planeta». 

Mensaje del presidente de Egipto antes de la COP27

A pesar de la creciente presión internacional antes de la COP27, el Gobierno egipcio se mantiene firme en su empeño por reprimir a los periodistas independientes.

Siete días antes de la conferencia del clima, las autoridades egipcias detuvieron a otro periodista. Manal Ajrameh, subdirector de la renombrada revista semanal Al-Iza’a Wa Al-Television, fue detenido en su casa la mañana del 1 de noviembre por razones desconocidas, en lo que tal solo puede entenderse como una respuesta rotunda por parte del Gobierno a las peticiones de liberación de presos en Egipto.

El 24 de octubre, el presidente Abdel Fattah Al Sissi interrumpió un programa de televisión en el canal Al Oula para expresar su indignación respecto a la breve intervención de un miembro de la oposición. Durante una hora y dieciocho minutos, el presidente habló ininterrumpidamente, educando a los periodistas sobre el papel de los medios de comunicación y lanzando amenazas veladas a los críticos.

Estos incidentes se producen mientras el Gobierno egipcio intenta pulir su imagen ante los líderes e inversores mundiales que llegan. Junto con Ajrameh, otros 22 periodistas se encuentran actualmente encarcelados en prisiones egipcias, muchos de ellos sin juicio y con cargos de «difusión de fake news» o «unirse a organizaciones ilegales». En junio, RSF publicó un informe titulado «Las marionetas del presidente Sissi» donde se mostraba cómo los presentadores de televisión progubernamentales y los medios controlados por el Gobierno en Egipto se usan para lanzar y amplificar campañas de difamación contra los pocos periodistas que siguen siendo críticos con el poder.

Egipto ocupa el puesto 168 de 180 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2022 de RSF.