EGIPTO | Los periodistas, víctimas del acoso a los Hermanos Musulmanes

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| Los periodistas, víctimas del acoso a los Hermanos Musulmanes
17.09.2014 18:11
Lejos de la cobertura mediática y la atención que la comunidad internacional dio a los periodistas de Al-Jazeera el pasado mes de junio cuando fueron condenados a largas penas de cárcel, en Egipto sigue habiendo otra realidad: la de los periodistas que aún pagan un alto precio por criticar al Presidente Abdel Fattah Al-Sisi y sus políticas represivas. 
Entre ellos se encuentra Imad Abu Zeid, corresponsal en Beni Suef del periódico Ahram Gate, que ha sido sentenciado por un tribunal penal de Beni Suef a tres años de cárcel. La sentencia, impuesta el 1 de septiembre, le ha considerado culpable de pertenecer a los prohibidos Hermanos Musulmanes. Fue detenido en septiembre de 2013 por criticar el golpe de Estado militar en julio de 2013 en su página de Facebook y en varias informaciones de Swef Online. Estuvo encarcelado en una prisión militar durante tres meses antes de ser puesto en libertad pendiente de juicio. 
Al igual que los 20 acusados condenados el 23 de junio, Zeid es una de las muchas víctimas de las tendencias totalitarias del régimen de Sisi. Desde diciembre de 2013, más de 20 periodistas y activistas de la sociedad civil han sido detenidos sin cargos por trabajar para organizaciones de medios afiliadas o simpatizantes de los Hermanos Musulmanes. Muchos de ellos han hecho por ello huelgas de hambre. 
«Las autoridades están abusando del cargo de pertenencia a los Hermanos Musulmanes contra informadores y activistas que se oponen al Gobierno», afirma Virginie Dangles, responsable de Investigación de Reporteros Sin fronteras». «Esto viola los estándares internacionales sobre derechos humanos y libertad de información», añade Dangles.  
Ahmed Gamal Ziyadah, fotógrafo de Yaqeen News Network, que lleva detenido desde el 28 de diciembre, anunció el 25 de agosto que se sumaba a la huelga de hambre iniciada por varios activistas desde hace semanas. Ziyadah fue detenido por su cobertura de los enfrentamientos entre los simpatizantes de los Hermanos Musulmanes y la policía en la Universidad de Al-Azhar. Lleva detenido desde entonces y ha sido acusado de participar en una manifestación ilegal, atacar a los agentes de la policía y portar armas de fuego. Es uno de los 60 detenidos en total que se ha negado a comer para protestar por su detención arbitraria, tortura, retardo constante de sus audiencias y ampliación de su detección preventiva. Decenas de activistas fuera de las prisiones han entrado en huelga de hambre también como muestra de solidaridad.