EGIPTO | Preocupante incremento de las violaciones a la libertad de prensa
Reporteros sin Fronteras condena la continua represión del gobierno egipcio hacia los medios de comunicación y periodistas.
Metin Tura, un periodista turco que trabaja como corresponsal de la Turkish Radio and Television, detenido desde el 16 de agosto, fue puesto por fin en libertad el 9 de diciembre, pero muchos otros periodistas siguen detenidos o están siendo procesados ante tribunales civiles o militares.
Al mismo tiempo, la nueva propuesta de Constitución contiene disposiciones que constituyen una amenaza para la libertad de información.
«Estamos preocupados por las muchas señales contradictorias que los trabajadores de los medios de comunicación están recibiendo de las autoridades egipcias», señala Reporteros sin Fronteras. «Cada vez es más difícil trabajar como periodista en Egipto. El arresto, la prisión por cargos espurios y el aumento de los procesamientos están teniendo un importante efecto disuasorio para los periodistas”.
«Estas prácticas tienen que para y los periodistas que siguen detenidos por asuntos relacionados con su trabajo tienen que ser liberados de manera inmediata e incondicional. Las autoridades egipcias tienen la obligación de actuar como garantes de la libertad de información».
Protección parcial en el proyecto de Constitución
El proyecto de constitución que el «Comité de los 50» dio a conocer a principios de diciembre contiene una serie de prometedoras disposiciones que representan mejoras en la protección de la libertad de información.
Se garantizará la libertad de expresión y de opinión (artículo 65), la libertad de prensa (art. 70) y la independencia de medios (artículo 72). El artículo 71 prohíbe de la censura y penas de cárcel para los delitos de prensa.
Habría, sin embargo, dos excepciones importantes y peligrosas a la prohibición de la censura. El gobierno tendría potestad para censurar tanto en tiempo de guerra como en caso de «estado de emergencia». No se especifica su capacidad para censurar y la forma en que se podría utilizar. Éste es un peligro serio para la libertad de información.
Continúan las detenciones y arrestos
A pesar de estos compromisos constitucionales, las autoridades continúan una campaña de arrestos y detenciones arbitrarias de personal de los medios. Muchos periodistas fueron arrestados en noviembre, sobre todo periodistas que trabajan para medios operados por los Hermanos Musulmanes o vinculados con éstos.
La Dirección de Seguridad arrestó a Said Abu Haj, corresponsal del Centro de Prensa de Sinaí Norte, en su lugar de trabajo, el 5 de noviembre. No se sabe exactamente lo que se le imputa ni si está relacionado con su trabajo, pero un tribunal de Sinaí del Norte prolongó su detención por otros 15 días el 17 de noviembre «para los propósitos de la investigación.»
Ahmed Al-Sioufi, jefe de la oficina de El Cairo de la cadena de televisión iraní Al-Alam, fue detenido de nuevo en su casa en la mañana del 7 de noviembre. Se desconoce dónde se encuentra recluido y de qué se le acusa. Cuando fue detenido la vez anterior, el 20 de julio, fue liberado a las 24 horas.
Amro Qazzaz , jefe de la red de noticias Rassd –pro Hermanos Musulmanes-, fue detenido en su casa el 12 de noviembre. Tampoco se saben aún ni dónde lo tienen ni por qué lo han arrestado.
Hani Salah Eddine, redactor jefe del canal de televisión Misr 25, fue detenido en el aeropuerto de El Cairo el 28 de noviembre y se le impidió volar a Londres para una conferencia. Luego fue llamado a comparecer ante el fiscal general y detenido el 1 de diciembre en una investigación sobre la «difusión de información falaz» y «incitar a la violencia». Sigue detenido.
El último periodista en ser detenido es Bishoy Armia, periodista cristiano copto que trabaja para Al-Tarek TV, una red de televisión cristiana por satélite con sede en los Estados Unidos. Fue arrestado en la localidad de Badraman, en la sureña provincia de Minya, cuando grababa imágenes de los hogares cristianos coptos y los edificios que habían sido dañados.
El 6 de diciembre, el fiscal de Minya le ordenó retenerlo durante 15 días, bajo la acusación de incitar a la lucha sectaria y «transmitir una falsa imagen de la persecución de los coptos de Egipto».
Los periodistas también son a menudo arrestados brevemente mientras cubren las protestas contra los abusos militares. Aaron T. Rose, un fotógrafo estadounidense que trabaja para el Daily News Egypt , fue detenido mientras cubría una manifestación frente a la Universidad Al-Ashar el 24 de noviembre y lo retuvieron hasta alrededor de la medianoche .
Bassem Al-Sharif, reportero de la web de noticias Moheet, tuvo menos suerte después de ser arrestado mientras cubría las protestas en El Cairo el 29 de noviembre. Sigue detenido.
A pesar de la liberación de Metin Turan, otros periodistas siguen bajo arresto meses después de su detención. El camarógrafo Mohamed Badr, de Al-Jazeera Mubashir Misr, sigue detenido desde su arresto, el 15 de julio. El periodista de Al-Jazeera Mubashir Misr Abdullah Al-Shami, que fue detenido el 14 de agosto, está en pésimas condiciones en la prisión de Abu Zaabal, a 20 kms de El Cairo.
Procesos penales por tribunales civiles y militares
La Fiscalía también se utiliza para hostigar al personal de los medios. Por ejemplo, Magdy el Gellad, exredactor jefe de Al-Masry Al-Youm y que ahora ocupa el mismo cargo en Al-Watan, y el periodista de Al-Masry Al-Youm, Mohamed Senhuri están siendo procesados ante un tribunal penal por un artículo publicado en 2012 que cita al juez Hisham Al-genina y critica la falta de transparencia en las elecciones del Club de Jueces. La próxima audiencia de este juicio se ha fijado para el 24 de diciembre.
Abdel Halim Qandil, redactor jefe del diario Sawt Al-Ummah, está siendo enjuiciado por los cargos de «comentarios difamatorios» e «insulto a los jueces y el poder judicial» por los comentarios que hizo durante un debate televisivo. Quedó en libertad bajo fianza después de que un juez de instrucción ordenase su detención el 11 de noviembre y las actuaciones continúan adelante.
Qandil también está siendo procesado por un artículo de 2012 por el que se le acusa de insultar a los funcionarios del gobierno. La próxima audiencia para este caso ha sido fijada para el 1 de enero.
Bassem Youssef, presentador del programa de televisión Al-Barnameg, está siendo investigado por la treintena de quejas presentadas contra él tras su programa el 26 de octubre. Algunos lo acusan de insultar a las fuerzas armadas.