ESLOVAQUIA | Situación de la libertad de prensa en Eslovaquia tras el asesinato del reportero Ján Kuciak

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Ni en las horas más oscuras de la historia del Eslovaquia la prensa del país había experimentado un grado de violencia como el doble asesinato, el pasado fin de semana, del periodista de investigación Ján Kuciak y su compañera. Reporteros Sin Fronteras analiza el declive de la libertad de prensa en Eslovaquia.

Robert Fico, Primer Ministro del país desde 2012, y líder del partido SMER-SD, nunca ha dudado en cargar contra la prensa, a veces usando incluso el lenguaje más virulento. Cuando los reporteros le preguntaron sobre su gestión de los fondos de la nación en 2016, les acusó de intentar dañar la presidencia eslovaca de la Unión Europea y les llamó “sucias prostitutas antieslovacas”. El pasado mes de diciembre, les acusó de tener un doble rasero en la cobertura de sus actividades y les llamó “ignorantes”. Llegó a ofrecerse incluso a enseñarles a escribir noticias.

El ministro de Interior, Robert Kaliňák, utiliza un lenguaje similar. Se le atribuye encubrir operaciones fraudulentas del empresario Ladislav Bašternák. Un asociado de éste, el empresario Marián Kočner, amenazó recientemente al periodista asesinado. El ministro minimizó la importancia de las amenazas y defendió a Kočner.

Ján Kuciak investigaba las actividades del Primer Ministro y del ministro del Interior. Y ahora son ellos los que están a cargo de la investigación de su asesinato. Han asegurado que van a hacer todo lo posible para encontrar a los responsables y han prometido un millón de euros de recompensa para quien aporte cualquier información útil. Pero los periodistas eslovacos temen que la investigación no termine siendo independiente y dudan también de las garantías que tenga su propia seguridad en el futuro.

Punto de inflexión para el periodismo eslovaco

El miedo de los periodistas eslovacos se debe en parte a que han experimentado previamente este tipo de violencia, aunque la situación nunca había estado tan deteriorada como ahora. Entre 2007 y 2008, y de nuevo en los últimos años, se produjeron varios ataques en los domicilios y vehículos de tres periodistas especializados en cubrir actividades del crimen organizado. Uno llegó a ser agredido físicamente.

Otros dos periodistas desaparecieron. Pavol Rýpal, reportero de investigación  que cubría actividades del crimen organizado para Markíza TV y para la revista Plus 7 Dní, desapareció en 2008. Miroslav Pejko, periodista del diario Hospodárske Noviny, en 2015. La policía nunca resolvió estas desapariciones.

Estos ataques se interpretan ahora como amenazas a los periodistas que cubren temas del crimen organizado. Pero la muerte de Kuciak es un punto de inflexión. Es el primer periodista asesinado desde el fin del comunismo.

Control mediático de los oligarcas

Especialista en cubrir la evasión de impuestos a gran escala, Kuciak ya era uno de los periodistas de investigación más reconocidos del país a sus 27 años. Trababa para Aktuality.sk, una web de noticias propiedad del grupo alemán Axel Springer y de la empresa suiza Ringier.

Tras el fin del comunismo, era común ver a cómo se desarrollaban empresas de medios con capital occidental en la década de los 90, pero los medios de propiedad extranjera eran una rareza actualmente en Eslovaquia. Uno a uno los grupos internacionales de medios fueron vendiendo sus medios de comunicación a empresarios influyentes con sede en Eslovaquia o países próximos. Los medios eslovacos están ahora bajo el control de oligarcas regionales o locales.

La adquisición de la empresa eslovaca y checa Penta del diario SME a su propietario alemán en 2014 es buen ejemplo de ello. Se creó un nuevo medio Denník N, de periodistas que se oponían a la venta. Pero el apetito de Penta no se detuvo ahí y ahora pretende comprar el canal Markíza al grupo estadounidense CME.

En un intento de impedir la concentración, los legisladores eslovacos prohibieron la propiedad cruzada de los medios. No debería ser posible, en principio, poseer dos o más canales de televisión o emisoras nacionales de radio, o una combinación de canales y periódicos. Per la realidad ha demostrado que la ley puede esquivarse fácilmente.

Control de los medios del Estado

La radio y televisión nacional, RTVS, también se ha visto afectada por esta transformación en los medios eslovacos. La relativa independencia editorial de la que gozaba en los últimos años se ha visto deteriorada en 2017 con la sustitución de sus tres principales editores por parte de Jaroslav Rezník, nombrado nuevo director por la coalición de partidos que gobierna el país.

La nueva dirección suspendió el programa “Reportéri”, el único programa de investigación del canal después de publicar un reportaje crítico con una organización a la que se le atribuyen vínculos con el Partido Nacional Eslovaca (SNS). Después de muchas críticas, incluidas de RSF, la gestión de RTVS prometió reeditar “Reportéri” el próximo mes de septiembre. Pero la suspensión ha demostrado que RTVS no goza ya de independencia de la presión política.

Eslovaquia ocupa el puesto 17 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.