Reporteros Sin Fronteras manifiesta su gran preocupación por el nuevo y controvertido “código de comunicación”, que expone a presiones a los medios de comunicación del país sin dar garantías legales a los periodistas para que puedan ejercer su profesión libremente.
El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno, Alain-Claude Bilie Bi Nzé, anunció la semana pasada que la nueva ley, que según él permitirá a los periodistas trabajar con más libertad y responsabilidad, entrará en vigor el 2 de enero de 2017, aunque técnicamente ya se aplica desde su promulgación por decreto en el Parlamento el pasado mes de agosto.
El anuncio llega un mes después de la espectacular redada de la policía, el 3 de noviembre, en la sede del periódico Echos du Nord, tras la publicación de una información sore el jefe de la Inteligencia del país, Célestin Embinga, despedido desde entonces. La editora del periódico ha afirmado haber sido torturada durante el interrogatorio de la policía para que aportara sus fuentes.
Es difícil no ver el anuncio del nuevo código como un mensaje a los periodistas abiertamente críticos con el Gobierno, especialmente aquellos que viven en el extranjero, para que eviten la persecución como la sufrida por Désiré Ename, del Echos du Nord. El artículo 16 del nuevo código especifica la prohibición de cualquiera que resida en el extranjero de dirigir una publicación en Gabón o producir informaciones para ser publicadas en el país.
Pero el artículo 16 no es el único obstáculo a la libertad de prensa del nuevo código. “El código de comunicación de Gabón restringe la libertad de los medios y de los periodistas sin dar ningunas garantías legales para proteger a la profesión”, afirma Cléa Kahn-Sriber, responsable de la oficina de África de Reporteros Sin Fronteras.