La ola de asesinatos durante el mes de marzo convierte al país centroamericano en el más peligroso del mundo para los periodistas.
“Somos incapaces de brindarle seguridad.” La policía de San Marcos de Ocotepeque respondió con estas palabras al periodista José Alemán, después de que intentaran asesinarle, el 26 de marzo de 2010. El corresponsal de Radio América y del periódico Diario Tiempo decidió abandonar el país. Su exilio tiene lugar a finales de un mes de marzo marcado por el asesinato de cinco compañeros suyos.
José Alemán se arriesgó a denunciar los ataques a la libertad de expresión y las violaciones de los derechos humanos desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009. Tras recibir amenazas telefónicas, dos individuos irrumpieron en su domicilio y abrieron fuego. Afortunadamente, el periodista no se encontraba ahí. Luego los asaltantes lo encontraron y persiguieron por la calle, pero consiguió escapar.
Cinco asesinatos y un exilio convierten Honduras en el país más peligroso del planeta en materia de seguridad de los periodistas a partir de este primer trimestre del año 2010. Nunca se hizo justicia en relación con los ataques, intimidaciones, actos de censura y asesinatos de periodistas y defensores de los derechos humanos cometidos desde el 28 de junio de 2009. El golpe de Estado perdura de hecho. Peor aún, el gobierno nacido de las elecciones controvertidas del pasado 29 de noviembre nombró, el 8 de marzo, al general golpista Romeo Vásquez Velásquez a la cabeza de la empresa pública de telecomunicaciones Hondutel. Se trata de una verdadera recompensa a la impunidad. Nuestra organización es cofirmante de una petición dirigida al presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, cuyo país asume la presidencia rotatoria de la Unión Europea. Se debe tomar una resolución a nivel europeo y más allá, para que el nuevo gobierno de Honduras reaccione ante tal fracaso del Estado de derecho.
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