INFORME RSF #RespectPressCAT | 06/12 | Periodistas catalanes: la peor parte
El pasado 25 de abril, el periodista de El País Cristian Segura, publicó una noticia exclusiva revelando que el cantautor y actualmente diputado de Junts Pel Sí (la alianza de partidos independentistas que gobierna en Cataluña), Lluís Llach, había impartido una serie de conferencias, en las que advertía de que los funcionarios que no cumpliesen con la nueva legalidad catalana, una vez que se aprobase la Ley de Transitoriedad Jurídica, serían castigados y “muchos de ellos sufrirán”. Un error inicial de edición en la noticia (el periodista tituló sin entrecomillar, pero el periódico pensó que era una declaración textual y añadió comillas) rápidamente subsanado, llevó a uno de los mayores linchamientos contra periodistas en las redes sociales que Reporteros Sin Fronteras haya observado recientemente. “Me han escrito cosas estos días que solo deseo olvidar rápido”, tuiteó Cristian Segura, después de tres días recibiendo ininterrumpidamente insultos y descalificaciones, además de interpelaciones por parte de políticos y periodistas afines al independentismo.
“No lo dramatizo, intento no darle importancia, en el sentido de que las redes sociales son una especie de vertedero de emociones. Y en una cuestión tan pasional como el sentimiento nacional, forma parte de la condición humana que a muchos se les caliente el ánimo”, afirma el periodista.
No obstante, Segura reconoce que le ha pasado factura personalmente. “Algún ansiolítico he tomado y, sí, tengo familiares que lloran porque no entienden según qué porquerías que se han escrito contra mí. Siento un hartazgo general y muchas ganas de que finalice este asunto para cambiar de aires”, confiesa a RSF. Aunque ha desactivado las notificaciones en Twitter, ya casi no pasa un día sin que le injurien. “Mi perfil puede ser frecuentemente provocador -jamás faltando al respeto o interpelando a alguien-, con apuntes irónicos, por lo que asumo que alguien que razona poco o considera que la independencia es un objetivo esencial en su vida, salte a la yugular”, explica.
Si bien el señalamiento y el acoso en las redes afecta a todas las tendencias, ideologías y partidos políticos, Reporteros Sin Fronteras concede mayor gravedad al que procede de esferas cercanas al poder, porque tiene mucho mayor impacto en términos de autocensura y amedrentamiento. A Cristian Segura le interpelaron periodistas, el director de un medio digital marcadamente independentista, y políticos. Quim Arrufat, destacado dirigente de la CUP, grupo de izquierda anticapitalista, le acusó de manipular y “sembrar odio”, mientras que Jaume Asens, teniente de alcalde de Barcelona, acusó a El País de hacer “una burda manipulación” para provocar el linchamiento de Lluís Llach. El vídeo de Llach pronunciando, palabra por palabra, las transcritas por Segura en su artículo, no sirvió para que los insultos en las redes cesaran, ni los políticos rectificaran.
“Amenazas, como tal, las cuento con los dedos de las manos, pero la última fue la de un colaborador de un diario digital que escribió en Twitter que, tras la independencia, no tendría trabajo”, dice el periodista. “El movimiento independentista es mucho más agresivo que otros, porque se basa en uno de los sentimientos más peligrosos que existen: el nacional. La izquierda alternativa también puede ser agresiva, pues comparte algo con el independentismo: ambos tienen la sensación de que es su momento histórico y eso genera muchas pasiones”, añade.
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