IRAK | Atentado contra el periódico Al-Sabah Al-Jadid por una caricatura sobre el líder supremo de Irán
Reporteros Sin Fronteras condena el atentado de ayer, 10 de febrero, contra la sede del periódico Al-Sabah Al-Jadid, cinco días después de haber publicado una caricatura crítica con el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.
La explosión, que ha causado numerosos desperfectos, no ha afectado a ninguna persona. La caricatura en cuestión ilustraba un artículo publicado en la edición del 6 de febrero sobre las manifestaciones que se están organizando con motivo del 34 aniversario de la Revolución Islámica y criticaba al iraquí Mohammed Hidari que apoya al régimen iraní.
La caricatura ha sido considerada por gran parte de la sociedad civil y de los políticos iraquíes un insulto a la revolución iraní a la población chií en Irak. Algunos manifestantes han llegado a pedir frente a la sede del periódico que éste emitiera una disculpa, cosa que hizo, el 9 de febrero, sin que ello contribuyese a rebajar la hostilidad hacia el medio.
Reporteros Sin Fronteras recuerda que las autoridades recibieron una alerta por parte de los responsables del periódico el día antes de la explosión. «Debieron tomarse entonces las medidas necesarias para proteger la sede del medio y sus trabajadores, así como debió decirse a los manifestantes que no había nada ilegal en publicar una caricatura», afirma RSF.
«Las autoridades deben ahora investigar este atentado y llevar a sus autores ante la justicia», añade la organización, que vuelve a pedir medidas de seguridad para los periodistas iraquíes.
«En el actual clima de hostilidad entre sufíes y chiíes, los medios de comunicación deben actuar de manera responsable y no aumentar la tensión ya existente. Sin embargo, esta caricatura no constituía una ofensa a la comunidad chií. La tolerancia a los distintos puntos de vista es la base de cualquier sistema democrático», añade RSF.
Los medios de comunicación y profesionales de la información en Irak llevan tiempo siendo el objetivo de ataques violentos. Uno de los últimos casos fue el ataque a la sede de la agencia Sama, en Bagdad, el 8 de febrero. Desde entonces sus empleados no han vuelto al trabajo.