IRAK | Cuarto periodista asesinado en dos meses

Reporteros Sin Fronteras condena el asesinato, ayer, en Mosul, del cámara Alaa Edwar, empleado de la televisión local Nineveh Al-Ghad, apoyada por las autoridades provinciales.

Edwar fue disparado tres veces en la cabeza y en el pecho, en su casa del suburbio de Al-Majmoaa Al-Thakafiya. Había trabajado con anterioridad para la cadena Al-Rashid y como freelance para otras televisiones.

Reporteros Sin Fronteras manifiesta su pésame a la familia e colegas del cámara y vuelve a expresar su preocupación por las condiciones de seguridad de los informadores en Irak, especialmente en la provincia de Nineveh. Eswar es el cuarto periodista hasesinado en Mosul en circunstancia similares en menos de dos meses. 

«Todavía se desconoce la identidad de los responsables de estos asesinatos, por lo que las autoridades locales deben emplear todos los recursos necesarios para llevar a cabo investigaciones independientes que den, tanto con los autores materiales como con los instigadores de estos crímenes», pide RSF. 

Según fuentes de la organización, las fuerzas de seguridad han tenido conocimiento de una lista de 44 periodistas «a liquidar». Por consiguiente, RSF urge a las autoridades a hagan todo lo necesario para garantizar la protección a los periodistas de dicha lista.

Todos los periodistas asesinados en los últimos meses lo fueron deliberadamente. El 5 de octubre, el reportero de Al-Sharqiya TV,  Mohamed Karim Al-Badrani y su cámara Mohamed Al-Ghanem, fueron disparados en el centro de Mosul, en el mercado de Al-Sarjakhaneh. El 24 de octubre lo fue el cámara de Al-Mosuliya TV, Bashar Abdulqader Najm Al-Nouaym frente a su domicilio y tres días más tarde un tiroteo, también en Mosul, hirió mortalmente al corresponsal de Al-Masar TV, Falah Hassan.

Los periodistas iraquíes son víctimas de amenazas constantes, especialmente cuando tratan informaciones de corrupción y violencia armada. Muchos de ellos tienen que exiliarse. Entre los amenazados se encuentran Houssam Mahmoud Farj y Salim Mohamed, por difundir un documental, en octubre, titulado «La región del cos», sobre la corrupción en las instituciones del Estado iraquí.