IRAK | Las milicias amenazan a los periodistas que cubren las protestas

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Los periodistas que cubren la ola de protestas que dura ya siete semanas en Irak sufren reiteradas amenazas por parte de las milicias locales para que dejen de informar. Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena las crecientes amenazas a los periodistas iraquíes y pide a las autoridades que les brinden mejor protección.

Según la Asociación de Defensa de la Libertad de Prensa, 33 periodistas han sido amenazados por miembros de milicias no identificadas desde que comenzaron las protestas, el 1 de octubre. La cifra es aún más alarmante teniendo en cuenta que las amenazas vienen acompañadas por actos de violencia cada vez más frecuentes.

El escritor y periodista ciudadano Amjed Al-Dahamat fue abatido a tiros por un grupo armado no identificado en la provincia sudoriental de Maysan el 7 de noviembre, después de ser amenazado repetidamente durante semanas.

Muhammad Al-Shamari, miembro del Observatorio Iraquí para la Libertad de Prensa (vinculado al sindicato nacional de periodistas), fue secuestrado cerca de su casa el 17 de noviembre y estuvo desaparecido hasta su liberación 24 horas después. Solía publicar información en Facebook sobre la represión de las protestas y había recibido amenazas de muchos sectores. No se ha dado información sobre las circunstancias de su secuestro ni de su liberación.

Los medios de comunicación tampoco se han librado. Un grupo de hombres armados atacó y saqueó al menos tres canales de televisión de Bagdad durante la primera semana de protestas. El acoso ha alcanzado tal nivel que muchos periodistas han optado por dejar de trabajar. Según ha podido saber RSF, muchos han abandonado Bagdad e incluso Irak de forma definitiva.

«En este clima de creciente violencia, que se dirige especialmente contra los medios de comunicación, las autoridades iraquíes no están cumpliendo con su función y su deber de proteger a los periodistas», señala Sabrina Bennoui, directora del departamento para Oriente Medio de Reporteros Sin Fronteras. “Hay que hacer todo lo posible para que las agresiones no vayan a más. Los periodistas ya están luchando para proporcionar cobertura y, si el Estado no hace nada, podrían verse reducidos al silencio, como en las peores dictaduras «.

Durante años, Irak ha tenido alrededor de 60 milicias vinculadas a grupos religiosos, partidos políticos o a gobiernos extranjeros que operan en paralelo a las fuerzas regulares y que a menudo escapan al control del gobierno. Su existencia hace que sea difícil identificar quién es responsable de las amenazas. Aprovechando el caos que acompaña a las protestas actuales, estos grupos están apuntando a los periodistas que graban los disturbios, especialmente cuando se dispara con munición real contra los manifestantes.

Además de sus facciones armadas, estos grupos de influencia tienen batallones de perfiles anónimos en las redes sociales y algunos de ellos han estado compartiendo una lista negra de periodistas de los que se dice que trabajan «para Israel y los Estados Unidos». Docenas de estas cuentas, que ahora utilizan un el hashtag «Agentes del Joker» para referirse a Estados Unidos, están difundiendo fotos de periodistas, identificados como enemigos en un fotomontaje con una bandera estadounidense a modo de aviso de “se busca”.

Irak ocupa el puesto 156, de 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 de Reporteros Sin Fronteras. Ver también el Informe Anual de la organización.