IRÁN | RsF pide condena de Irán por graves violaciones de los derechos humanos
El 15 de febrero de 2010, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas va a examinar la situación en Irán. Desde la creación del Consejo, en marzo de 2006, la República Islámica de Irán ha conseguido escapar a cualquier forma de sanción. Ahora, una decisión fuerte de la comunidad internacional, China y los países de la Confederación Islámica entre otros, ayudaría a obligar al país a respetar sus compromisos relativos a los derechos humanos.
Irán fue el primero de los países examinados por el Consejo, en marzo de 2007, en un debate a puerta cerrada. Los casos presentados se clasificaron rápidamente como resultado de un auténtico regateo entre los diferentes países presentes. En aquel momento, la República Islámica utilizó argumentos ideológicos y geográficos con sus «vecinos y amigos », a fin de conseguir una amplia impunidad.
Desde el 12 de junio de 2009, fecha de la contestada reelección de Mahmud Ahmadinejad, han suspendido 29 periódicos, detenidos a más de 130 profesionales de los medios de comunicación y 60 más se han visto obligados a marcharse del país, lo que constituye un hecho sin precedentes desde la creación de la República Islámica de Irán. Actualmente, con más de 80 periodistas y net-ciudadanos detenidos, Irán es la mayor cárcel del mundo para los profesionales de la información (48 periodistas, 2 colaboradores, 18 internautas, 7 más anunciados por el Ministerio de Inteligencia y 8 en fase de investigación).
«Los países que guardan silencio sobre la sangrienta represión que desde hace ocho meses se azota el país se convierten en cómplices de esos crímenes. Con ocasión del examen periódico de Irán, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas debe mostrarse a la altura de sus responsabilidades. Su credibilidad no puede verse de nuevo empañada. El Consejo debe exigir la libertad de todos los presos políticos encarcelados, entre ellos los periodistas, y vigilar para que el régimen de Teherán se comprometa a respetar en los hechos el derecho a la libertad de expresión», ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Desde 2000, varios Relatores Especiales de Naciones Unidas han formulado críticas y recomendaciones en materia de respeto de los derechos humanos en Irán.
Tras la visita que efectuó a Irán del 15 al 27 de febrero de 2003, Louis Joinet, presidente del grupo de trabajo sobre detenciones arbitrarias, hizo público un abrumador informe sobre la degradación de la situación de los derechos humanos en el país. Entre otros asuntos, manifestaba su preocupación en el aspecto de la libertad de expresión: « La detención en aislamiento total «que se ha impuesto» a gran escala, y durante largos períodos (…) se puede considerar (…) como una cárcel dentro de la cárcel, lo que comporta graves riesgos de arbitrariedad». Sin embargo, las recomendaciones formuladas por Joinet en su informe nunca sutieron efecto.
En enero de 2004, Ambeyi Ligabo, Relator Especial para la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión, invitó a la República Islámica de Irán a modificar el marco de sus procedimientos judiciales, para adecuarlos a las normas internacionales, y adoptar una Carta de los Derechos Humanos. Entre otras cosas, pedía que los tribunales revolucionarios no se ocuparan de los delitos de opinión, y animaba a las autoridades a suprimir las penas de cárcel para los delitos de opinión y las infracciones de prensa.
Cuando la República Islámica de Irán celebra su 31 aniversario, el balance en materia de libertad de prensa es abrumador.
Desde febrero de 1979 hasta el día de hoy han suspendido varios miles de periódicos, detenido a cientos de periodistas, condenado a penas graves a otros cientos y ejecutado sumariamente, o asesinado, a varias decenas.
Desde junio de 2009, la represión de las opiniones críticas con las instituciones políticas o religiosas del régimen ha instaurado un clima de terror, que engendra la autocensura y la huida de periodistas iraníes fuera del país. Algunos periodistas, detenidos en secreto en condiciones extremadamente difíciles, con largos períodos de aislamiento total, ven cómo se burlan sus más elementales derechos. Esas detenciones in comunicado, desapariciones forzosas y crímenes contra la humanidad, son auténticas violaciones del derecho internacional.
«La comunidad internacional tiene que traducir en hechos sus condenas de principio», recuerda Reporteros sin Fronteras que hoy pide la condena de Irán por la grave violación de los derechos humanos, así como que se envíen urgentemente al país Relatores Especiales de Naciones Unidas.