LEE Hsien Loong | Primer ministro de Singapur
| 62 años | Depredador desde 2004 |
Hijo de Lee Kuan Yew, primer ministro de 1959 a 1990.
Técnica de ataque: amordazamiento recurrente
Las «demandas mordaza», conocidas en inglés como Strategic Lawsuits Against Public Participation (Demandas Estratégicas contra la Participación Pública, SLAPP), buscan impedir que un periodista o un bloguero contribuya al debate público. La estrategia consiste en presentar una demanda, a menudo por “difamación”, contra un individuo aislado. La relación de fuerza entre quien presenta la demanda y el acusado está muy desequilibrada, tanto desde el punto de vista político como financiero, a favor del primero. Lee Hsien Loong no duda en perseguir personalmente a los blogueros que le molestan. Los juicios por difamación son corrientes en la floreciente ciudad-Estado que, bajo su imagen de modernidad y vanguardia, es un régimen enemigo de la libertad de prensa.
Trofeos de caza:
- Varios diarios digitales cerrados.
- Periodistas-ciudadanos y blogueros juzgados y condenados a pagar multas exorbitantes o a prisión efectiva.
Brazo armado: la Autoridad de Desarrollo de los Medios (MDA)
La Autoridad de Desarrollo de los Medios (MDA), controlada por el gobierno, puede censurar cualquier contenido periodístico, incluso el difundido en Internet, gracias a dos leyes creadas a medida: la Media Development Authority Act y la Films Act and Broadcasting Act. En abril de 2015, este órgano a sueldo del gobierno ordenó el cierre del diario digital The Real Singapore (TRS) porque consideró que sus contenidos eran demasiado críticos. Dos de sus presuntos colaboradores fueron acusados de “sedición”, un delito que puede ser castigado con 21 años de cárcel.
Blanco preferido:
- Los periodistas-ciudadanos y los blogueros.
- Los diarios digitales independientes.
- Las páginas web participativas.
Discurso oficial: corrector de errores
“Si usted no puede corregir la difamación, ¿cómo puedo yo restaurar mi reputación si alguien me difama?” (Julio de 2015).
Puntuación:
Desde que existe la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF, Singapur no ha ocupado un lugar por encima de la posición 135. En la tabla de 2016 se encuentra en el puesto 154 de 180 países.