LÍBANO | RSF condena el violento ataque contra la cadena de televisión Al-Jadeed
Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena los violentos ataques de los pasados 13 y 14 de febrero contra el canal privado libanés Al-Jadeed por parte de manifestantes furiosos por un programa considerado insultante contra el imán Musa al-Sadr.
Decenas de manifestantes se congregaron el 13 de febrero en la sede de la cadena, en el barrio de Tallet el-Khayat de Beirut, para protestar contra el episodio del programa satírico «Duma Karasi» emitido el 12 de febrero. La emisión trataba sobre el imán chií libanés Musa al-Sadr, fundador del movimiento AMAL durante la guerra civil y desaparecido en una visita a Libia, en 1978. Algunos participantes en la protesta portaban la bandera de AMAL.
Contactado por RSF, el vicepresidente Al-Jadeed, Karma Khayat, explicó que dos cámaras resultaron heridos y que se produjeron daños materiales en el edificio. El 14 de febrero, la cadena presentó ante el fiscal general dos denuncias: contra miembros del movimiento AMAL grabados durante el ataque y contra los propietarios de las cuentas en redes sociales que hicieron llamamientos al odio contra la televisión.
«RSF condena la violencia de los manifestantes contra la cadena», declara Alexandra El Khazen, responsable de Reporteros Sin Fronteras para Oriente Medio. «Las autoridades libanesas deben investigar este grave incidente y garantizar que los responsables de las agresiones comparezcan ante la justicia con el fin de evitar que queden impunes y, por lo tanto, tolerados».
El ataque se intensificó el 14 de febrero con el lanzamiento de piedras y cócteles molotov y un intento de los manifestantes de entrar en el recinto. Según el canal, los participantes en la protesta quemaron la entrada del edificio y causaron daños graves, con ventanas y una cámara rotas.
Varias personalidades políticas denunciaron la revuelta. El primer ministro, Saad Hariri, y el presidente, Michel Aoun, tuvieron que intervenir, básicamente para enviar al ejército al lugar. Se desplegaron fuerzas militares y de seguridad para poner fin a la protesta. El Ministro de Información, Melhem Riachy, calificó el ataque como «inaceptable».
«No basta con que las autoridades impongan la calma. La verdadera acción es la justicia, para castigar a los que atacaron la sede de la cadena (…). Estos ataques son un insulto no sólo para el sector mediático y la libertad de expresión en el Líbano, sino también para la imagen del país», dijo el vicepresidente Khayat.
No es la primera vez que la cadena es atacada. En julio pasado, unos individuos no identificados abrieron fuego contra el despacho de Tahsin Khayat, propietario y presidente del Consejo de Administración de la televisión.
Líbano ocupa el puesto 98, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2016 de Reporteros Sin Fronteras.
