Reporteros Sin Fronteras considera inquietantante la actuación del Consejo Superior Audiovisual (CSA) de Mali contra France Télévisions, tras la difusión del programa Envoyé Spécial sobre la situación el país africano.
La noche del 7 de febrero de 2013, France 2 emitió un reportaje titulado «¿Abusos en Malí?» donde se exponían los abusos cometidos por las fuerzas malienses desde el comienzo de la operación militar y se mostraban varios cadáveres humanos. Una semana después, el 14 de febrero, el Consejo Superior Audiovisual emitió un comunicado para «advertir a los responsables de France Télévisions» y reprocharles «buscar insistentemente imágenes sobre cadáveres sin aportar la información correspondiente, (una actuación) susceptible de constituir una violación contra la dignidad de la persona humana».
El 26 de febrero, el Consejo Superior Audiovisual, tras reunirse con los responsables de France Télévisions, reconocía el deseo de la cadena de «poner de relieve los graves acontecimientos (que tienen lugar en el país) y sus autores», pero seguía denunciando el uso «difícilmente justificable de imágenes de cadáveres de forma tan repetida, sobre todo de cara a los telespectadores menores de edad».
«Todos los días se muestran cadáveres humanos en la televisión. ¿Cómo de pronto el Consejo Superior Audiovisual de Mali se ofende por unos pocos segundos de un reportaje de investigación sobre el país? ¿Dejará de proteger la comunicación sobre las operaciones militares en nombre de la protección de los telespectadores más jóvenes? ¿Cuáles son las competencias de un órgano regulador independiente?», se pregunta Reporteros Sin Fronteras.
Los editores y presentadores del reportaje, Guilaine Chenu y Françoise Joly, han manifestado a Reporteros Sin Fronteras su sorpresa por estas declaraciones y han lamentado que puedan «sentar un precedente y enfrentar a la prensa a una inseguridad jurídica». Los periodistas puntualizan además que el Consejo Superior Audiovisual no denuncia la difusión de esas imágenes, sino su duración, una duración exacta de 45 segundos. «¿Es que la misión del Consejo es dirimir sobre la duración de los planos? ¿Tendremos que invitarle a la sala de edición?» se preguntan. «Con el Consejo podemos debatir sobre la forma de protección a la infancia, pero no sobre la duración de los planos», concluyen Chenu y Joly.
