MARRUECOS | Carta al Secretario de Estado de EE.UU John Kerry sobre la libertad de información en Marruecos
Reporteros Sin Fronteras ha escrito al Secretario de Estado estadounidense John Kerry con motivo de su visita a Marruecos para participar en el diálogo estratégico entre ambos países. A continuación la carta completa donde RSF detalla los problemas de la libertad de información en Marruecos:
Secretario de Estado de Estados Unidos John Kerry
Department of State
2401 E. Street NW
Washington DC 20037
USA
Paris, 31 de Marzo de 2014
Estimado Secretario de Estado Kerry,
Reporteros Sin Fronteras quiere aprovechar su visita oficial a Rabat con motivo de la segunda sesión del diálogo estratégico entre Marruecos y Estados Unidos para transmitirle sus inquietudes sobre la situación de la libertad de información en este país.
El juicio al periodista Ali Anouzla sigue siendo objeto de gran controversia en Marruecos. El editor de la versión en árabe de la web de noticias marroquí Lakome, fue detenido en Rabat, el 17 de septiembre de 2013, por publicar un link a un un artículo difundido en el periódico español El País, que tenía a su vez un vínculo a un video atribuido a Al Qaeda en el Magreb Islámico.
El periodista fue puesto en libertad del 25 de octubre, más de cinco semanas después de su «detención preventiva», pero se sigue enfrentando a un proceso judicial que podría terminar condenándole a una pena de entre diez y 30 años de prisión, acusado de varios cargos, como «prestar asistencia material» a una organización terrorista o «defender los crímenes terroristas». La próxima audiencia ante el juez que investiga el caso está prevista para el próximo 20 de mayo.
Mientras tanto, la versión en francés de la web Lakome está bloqueada desde el 17 de octubre, pese a las solicitudes de Anouzla a la fiscalía y, más recientemente, al Primer Ministro, Abdelillah Benkirane. Reporteros Sin Fronteras considera este proceso judicial contra el periodista, y este bloqueo del medio de comunicación, una decisión política y arbitraria que constituye una grave violación del derecho a la libertad de información.
La situación de la libertad de información en Marruecos -que ocupa el puesto 136 de los 180 países que conforman la Clasificación Mundial de la Libertad de Información, elaborada anualmente por RSF- es preocupante también por otros aspectos que requieren medidas concretas de las autoridades para mejorar el respeto al derecho de la información y al derecho a estar informado.
RSF ya ha puesto de manifiesto en numerosas ocasiones la necesidad de reformas legales que garanticen el principio de libertad de información. Las autoridades marroquíes prometieron estas reformas después del referéndum constitucional de 2011, pero todavía tardan en materializarse.
Las ofensas de prensa deben ser despenalizadas de manera urgente, tanto en la ley de Prensa (en su artículo 41), como en el Código Penal (en sus artículos 179,54,65,y 66). Una despenalización que debe hacerse además sin que ello suponga el aumento de las multas por difamación, que siguen siendo desproporcionadas. La ley debe también definir claramente en qué consisten estas ofensas, especialmente los «insultos», e «insultos graves», que son extremadamente subjetivos y dan a las autoridades, especialmente a los jueces, muchas herramientas para tomar decisiones arbitrarias.
Debe además reafirmarse el principio de que una ley especial tiene prioridad sobre leyes generales, para que no sea aplicado el Código Penal cuando se trata de ofensas de prensa, sino la ley de Prensa. Las autoridades deben también reformar la justicia para garantizar la verdadera independencia de los jueces.
Reporteros Sin Fronteras también hace un llamamiento a la eliminación de las «lineas rojas» impuestas por la ley, o por la práctica, en las coberturas de los temas referidos a la monarquía, el Islam y la integridad territorial. Deben terminar igualmente las prohibiciones por delito de blasfemia.
RSF considera que debe establecerse un mecanismo independiente y transparente para la distribución de las acreditaciones de prensa, tanto para periodistas marroquíes como extranjeros, que trabajen para medios locales o internacionales. Ni la aprobación, ni la retirada, de una acreditación de prensa debería ser el resultado de una decisión política arbitraria. La retirada de una acreditación debería ser una medida excepcional ordenada únicamente por un tribunal.
Los mecanismos encargados de dar las ayudas estatales a la prensa también deberían ser independientes y transparentes, así como los encargados de distribuir la publicidad estatal en los medios privados, y los de regular las impresiones de medios impresos y las difusiones de medios audiovisuales.
Por todo lo expuesto, Reporteros Sin Fronteras le pide que en el diálogo con su homólogo, el ministro de Exteriores Salaheddine Mezouar, aborde la situación de la libertad de información en Marruecos, en especial el caso de Ali Anouzla y la web Lakome, que suponen una grave amenaza a la independencia de los medios en Marruecos.
Agradeciendo de antemano su atención,
Atentamente
Christophe Deloire, secretario general de Reporteros Sin Fronteras