El año ha empezado mal para la prensa mexicana. Este sábado, 13 de enero, el periodista Carlos Domínguez Rodríguez fue asesinado en plena calle en Nuevo Laredo, en el Estado de Tamaulipas. Reporteros Sin Fronteras pide una investigación inmediata y manifiesta su temor a una nueva ola de violencia contra los periodistas en este año de elecciones generales.
Ocurrió el sábado 13 de enero de 2018 en el centro de Nuevo Laredo, en el Estado de Tamaulipas, al noreste de México. Unos hombres armados y encapuchados sacaron al periodista Carlos Domínguez Rodríguez de su automóvil mientras conducía, y a plena luz del día lo asesinaron a sangre fría. Su cadáver quedó acribillado por heridas de arma blanca.
Carlos Domínguez Rodríguez era periodista y columnista del diario Noreste Digital y del digital HorizontedeMatamoros. Sus colegas, a los que RSF ha entrevistado, destacan su independencia y su trabajo. Tenía casi 40 años de experiencia en periodismo y siempre había sido muy crítico con las autoridades locales, y especialmente con el ex alcalde del municipio de Nuevo Laredo, Carlos Cantú Rosas, y con la actual alcaldesa de la localidad de San Nicolás, Verónica Castellanos.
En sus artículos, Domínguez denunciaba a menudo los secuestros y el aumento de la violencia orquestada por el crimen organizado en Nuevo Laredo. El día antes de su asesinato, había publicado un editorial muy comprometido titulado ‘La violencia estremece el suelo mexicano en temporada preelectoral’, en el que señalaba directamente los fracasos de la política de seguridad del gobierno federal y la impunidad que reina en el país desde hace casi dos décadas. También criticaba a la alcaldesa de la ciudad de San Nicolás por «arremeter contra periodistas que exponen sus garrafales faltas».
«Es alarmante observar que, para los periodistas en México, el año 2018 comienza tan mal como terminó 2017», se lamenta Emmanuel Colombié, director de la oficina de América Latina de Reporteros Sin Fronteras. «En 2018, México no debe seguir siendo el segundo país más mortífero del mundo para la prensa, como lo fue en 2017. Este nuevo asesinato debe ser objeto de una investigación inmediata e independiente. Además, y según su compromiso del pasado año, el gobierno mexicano debe redoblar sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los periodistas y fortalecer los mecanismos de protección existentes. Este compromiso es aún más importante si se tiene en cuenta que México celebrará elecciones generales este año, un período en el que, tradicionalmente, la prensa se convierte en objetivo».
Para los colegas de Domínguez, no hay duda de que su asesinato está vinculado a su trabajo periodístico. Pocas horas después del suceso, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, condenó los hechos en un comunicado, y se comprometió a que el crimen no quedase impune.
En 2017 se registraron al menos 11 casos de periodistas asesinados en los que el crimen está relacionado directamente con su labor periodística, lo que hace de México el segundo país más mortífero del mundo para la prensa, después de Siria (ver el Balance Anual 2017 de RSF).
México ocupa el puesto 147, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país, en el Informe Anual de la organización.
