Bienvenidos a casa, compañeros

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09.05.2016 12:28

[Publicado en El Huffington Post el 8 de mayo de 2016]

Hoy es un día grande para Reporteros Sin Fronteras. Un día feliz. Tras 10 meses de secuestro en Siria, nuestros compañeros, los periodistas Antonio Pampliega, Ángel Sastre y José Manuel López, han regresado a casa. Un poco desmejorados, según las imágenes, pero parece que en buenas condiciones.

Ha sido una larga y penosa espera, sobre todo en los últimos días cuando la situación de Alepo, la ciudad norteña epicentro del conflicto sirio, y donde se sospechaba que los tenían secuestrados el grupo terrorista islamista Al Nusra, ha sufrido atentados y bombardeos salvajes, incluidos hospitales, en los que han muerto centenares de civiles, entre ellos muchos niños.

Supongo que poco a poco iremos sabiendo de su odisea, de sus angustias, condiciones, esperanzas y desesperanzas en esa larga estancia obligada. De momento, y según sus primeras palabras a la Agencia EFE, desconocen la zona del país donde han estado secuestrados, no les han tratado mal y podían hacer ejercicio dentro de una habitación. Según han explicado, han estado encerrados en al menos seis casas diferentes, y Antonio Pampliega fue separado de Sastre y López a los tres meses de cautiverio. Han asegurado que están bien, eso es lo más importante.

Siria sigue siendo en estos momentos el país más peligroso del mundo para hacer periodismo. Los asesinatos de periodistas, secuestros, encarcelamientos y amenazas de todo tipo están a la orden del día. Desde que se inició el conflicto, en 2011, han sido asesinados 139 periodistas y 47 internautas. Sólo el pasado año lo fueron 17, entre periodistas profesionales e internautas. Y 26 fueron secuestrados en 2015, según datos de Reporteros Sin Fronteras. Pero no podemos olvidar la treintena de informadores que permanecen encarcelados en las cárceles de El Asad, de los que raramente se habla pese a que sufren torturas diarias, como hace muy poco nos confesaba el periodista sirio Mazen Darwish, excarcelado tras casi tres años de prisión.

Siria se ha convertido en un agujero negro para la información independiente y responsable. Ya sabemos que los grandes medios internacionales han dejado de enviar a sus corresponsales de guerra por el grandísimo riesgo que corren. También, que cada día son menos los periodistas freelance que se atreven a aventurarse en el país en guerra. Antonio, José Manuel y Ángel eran algunos de ellos. Pampliega y López habían seguido el conflicto sirio prácticamente desde sus inicios, con chalecos antibalas y cascos de Reporteros Sin Fronteras, de los que son socios, porque la mayoría de los freelance no pueden costearse equipos propios, ni chalecos, ni seguros.

Y es bueno recordar que estos colegas se juegan la vida prácticamente por nada, que reciben en muchos casos 20 euros por crónicas enviadas desde un frente de guerra, y que cuando sufren percances las empresas que compran sus informaciones, que muchas veces se destacan en primera página o en portada de los informativos televisivos, no quieren saber nada de ellos porque no son de sus plantillas.

Hoy es un día de alegría para Reporteros Sin Fronteras, Pampliega, Sastre y Lopez han vuelto a casa. Pero no podemos olvidar que en Siria hay todavía alrededor de una veintena de periodistas secuestrados, y en todo el mundo eran 54 al acabar 2015. La mayoría son periodistas locales. Siempre son ellos los que más sufren, pero no tienen grandes coberturas internacionales y sus nombres los conocemos pocas veces. No lo olvidemos.

Malén Aznárez

Presidenta de Reporteros Sin Fronteras España