BIRMANIA | La libertad de prensa, amenazada por los interrogatorios a periodistas y la hostilidad del presidente
Hasta hace poco, la situación de la libertad de prensa en Birmania era muy prometedora, pero esto ya no es así. Reporteros Sin Fronteras hace saltar la voz de alarma ante los interrogatorios a que son sometidos numerosos directivos de periódicos desde el 20 de junio, así como por las muestras de hostilidad hacia la libertad de información que el presidente ha dado recientemente.
«Si algún medio abusa de la libertad de prensa y daña las seguridad nacional en lugar de trabajar por el bien del país, se tomarán las medidas legales efectivas en su contra», fue el amenazante comentario que hizo el 7 de julio el presidente, Thein Sein.
Los últimos periodistas con altos cargos que han sido detenidos para ser interrogados eran tres redactores jefes del diario Bi Mon Te Nay, Ko Ye Min Aung , Ko Win Tin y Ko Naing Aung Sai.
A los tres los sacaron de sus casas en la noche del 7 de julio para ser interrogado por el Departamento Especial de Inteligencia -también conocido como la Brigada Especial-, sobre la portada del día anterior, que decía que Aung San Suu Kyi y los líderes comunitarios habían sido elegidos por el pueblo para ser parte de un gobierno interino.
Las autoridades anunciaron que Bi Mon Te Nay será procesado y afirmaron que esta portada podría «causar confusión entre los lectores y la difamación del gobierno, así como socavar la estabilidad del Estado y dañar el interés público». Durante una redada en las oficinas del periódico fueron incautados tres ordenadores.
«En medio de las continuas tensiones políticas, étnicas y religiosas, las acciones de las autoridades birmanas revelan una cierta desesperación», señala Benjamin Ismail, responsable de Reporteros Sin Fronteras para Asia y el Pacífico. «Al adoptar una actitud autoritaria y represiva con los medios, el gobierno no protege la seguridad nacional, ni soluciona los problemas relacionados con la cobertura de noticias».
Altos cargos de al menos seis publicaciones –Unity Journal, The Irrawaddy, Myanmar Post Weekly, People Era Weekly, The Voice, y People Era Daily – han sido interrogados del 20 al 23 de junio sobre los ingresos, gastos y circulación de sus periódicos.
Las asociaciones de periodistas han cuestionado públicamente los motivos de estas investigaciones sistemáticas, mientras que el Consejo Provisional de Prensa ha pedido el Parlamento que se pronuncie sobre su legalidad.
El adjunto al ministro del Interior Kyaw Kyaw Htun ha tratado de mostrarse tranquilizador sobre las intenciones del gobierno, alegando que las autoridades sólo están hablando con los editores, no interrogándolos. «Queremos conocer datos básicos, como la qué revistas tienen éxito y por qué, así como cuáles no y por qué «.
El avance inicial deriva en declive
Birmania experimentó un gran avance en materia de libertad de información cuando se puso en marcha la transición a la democracia. En 2012, no quedaban periodistas encarcelados y los periódicos ya no estaban sujetos a la censura previa.
Pero desde la condena de Ma Khine en diciembre de 2013, los periodistas y los medios de comunicación vienen siendo objeto de un creciente número de procesamientos. En abril, el periodista Zaw Phay, de DVB, recibió una sentencia de cárcel de un año –reducida a tres meses en la apelación– por los cargos de ‘violación de la propiedad del gobierno’ y ‘molestar a un funcionario público’.
El director general de la Unity Weekly y cuatro de sus periodistas fueron condenados a penas de cárcel de 10 años esta semana por violación de secretos de estado. Habían informado de la existencia de una fábrica de armas químicas.
Después de que estallara la violencia en el estado oriental de Arakan, en junio de 2012, y de nuevo después de una visita de exploración en 2013, Reporteros sin Fronteras trató de explicar a las autoridades birmanas que la libertad de prensa no debe verse como el resultado de una transición a la democracia, sino como uno de sus requisitos previos.
Hoy más que nunca, Reporteros Sin Fronteras hace un llamamiento al gobierno birmano para que anime a los medios a desempeñar su vital tarea en la promoción del entendimiento entre los grupos étnicos y una discusión pública pacífica de las diferencias políticas, étnicas y religiosas. Sólo la promoción de estos valores frenará de manera efectiva la extrema polarización y la manipulación política de algunos medios de comunicación.
Birmania está en el puesto número 145, de 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2014 de Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país, en el Informe Anual.