Un año después del asesinato de la periodista Verónica Peñasco Layme y de su hermano Víctor Hugo, sigue sin haber noticias. El doble asesinato, llevado a cabo el 25 de febrero de 2012 en El Alto y atribuido a una banda de “cogoteros” (pandilleros que estrangulan a sus víctimas) causó alarma social en la ciudad de La Paz.El gobierno reaccionó aumentando las medidas de seguridad a los periodistas, hecho que fue apoyado por RSF.
“La movilización gubernamental y judicial generada tras esta tragedia produjo en un primer momento resultados prometedores. Se detuvo a una decena de sospechosos, de los cuales seis aún se encuentran en prisión. La importancia de esta movilización debería haber permitido juzgar rápidamente a los culpables y definir cuál había sido el móvil del crimen, el cual, todavía se desconoce. ¿Cómo entender este retraso? Una vez más hacemos un llamamiento a las autoridades competentes para que resuelvan este caso en un plazo razonable”, declaró Reporteros sin Fronteras.
Según un informe del fiscal al que tuvo acceso RSF, un séptimo sospechoso, Napoleón Vargas Pillco –quien fue señalado junto con Centurión Claudio Merma Condori como autor material del crimen–, se encuentra prófugo. Otro de los motivos del retraso se podría deber a que el fiscal que investigaba el caso fue reemplazado tras diversas quejas de los abogados del servicio estatal de atención y protección integral a las víctimas (SEDAVI).
Verónica y Víctor Hugo Peñasco Layme habían nacido en el Altiplano, ambos de origen aymara, uno de los principales grupos indígenas del país y emitían sus programas en su lengua de origen. Verónica era la jefa de prensa de Radio San Gabriel y conductora del programa “Markasan Arupa” (la voz de nuestro pueblo) del canal público Canal 7-Televisión Boliviana. Su hermano era locutor de una radio educativa indígena: Radio Pachaqamasa
