CHINA | RSF pide a los países democráticos que presionen a China para liberar al editor sueco Gui Minhai

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| RSF pide a los países democráticos que presionen a China para liberar al editor sueco Gui Minhai
25.01.2018 19:17

Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena la continua persecución del gobierno chino contra Gui Minhai, editor y librero sueco nacido en China que fue detenido otra vez el pasado fin de semana mientras se dirigía a Pekín para recibir tratamiento médico. La organización insta a los países democráticos a actuar con firmeza para obtener su libertad.

Gui es uno de los cinco libreros de Hong Kong que fueron secuestrados y detenidos por las autoridades chinas en 2015 y el último de ellos en ser puesto en libertad. Oficialmente, fue liberado el 24 de octubre, pero permaneció bajo estrecha vigilancia en la ciudad sureste de Ningbo.

Unos policías de paisano lo detuvieron de nuevo el 20 de enero mientras viajaba en un tren con dos diplomáticos suecos para recibir tratamiento en Pekín para sus graves problemas de salud. Suecia y la Unión Europea han exigido su liberación inmediata sin obtener hasta el momento ninguna respuesta oficial de las autoridades chinas.

RSF hace un llamamiento a los gobiernos democráticos de todo el mundo para que presionen firmemente a China.

«Esta persecución de un ciudadano extranjero, que viola tanto la constitución china como el derecho internacional, demuestra que el gobierno chino cuenta con la pasividad de las democracias», apunta Cédric Alviani, jefe del departamento de Asia Oriental de Reporteros Sin Fronteras.

«Si no encuentra más resistencia, el régimen de Xi Jinping sabrá que puede actuar con impunidad cuando secuestra a sus oponentes en cualquier parte del mundo, los mantiene incomunicados todo el tiempo que quiera, los pasea por televisión como ganado en una feria, pretende que son libres, contra toda evidencia, e incluso les impide buscar tratamientos médicos».

El maltrato y la negación de la atención médica, más discretos que una sentencia de muerte igual en la práctica, son ampliamente practicados por el aparato estatal chino para silenciar a los disidentes y opositores.

Tanto Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz y ganador del Premio de Libertad de Prensa de RSF, como el bloguero Yang Tongyan, murieron el año pasado por dolencias que no fueron tratadas durante su detención. Otros detenidos célebres corren el riesgo de sufrir el mismo destino: Liu Xia (viuda de Liu Xiaobo); el periodista galardonado por RSF Huang Qi; el periodista Liu Feiyue; el periodista ciudadano Ilham Tohti y el bloguero Wu Gan.

China ocupa el puesto 176, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2017 de Reporteros Sin Fronteras.