EGIPTO | El bloguero Kareem Amer, por fin en libertad
Reporteros sin Fronteras expresa su gran alegría por la puesta en libertad, en la noche del 15 de noviembre de 2010, de Kareem Amer, encarcelado desde hacía más de cuatro años en Egipto.
A pesar de que su condena había quedado cumplida el pasado 5 de noviembre, aún no había sido excarcelado. Durante esta retención ilegal, fue víctima de malos tratos en la sede de los Servicios de Seguridad Interior en Alejandría. De momento, y tras reencontrarse con su familia y allegados, prefiere guardar silencio.
“Nos sentimos profundamente aliviados y felices al saber que por fin se ha liberado a Kareem y que su pesadilla está terminando. Nada podrá borrar estos cuatro años de sufrimiento consecutivo a esta condena totalmente injustificada. Por lo menos el bloguero ya no será la cabeza de turco de las autoridades, irritadas por las opiniones críticas de los blogueros. No obstante, estaremos pendientes de su actitud con Kareem Amer a lo largo de los próximos meses”, declara Reporteros sin Fronteras.
“Queremos dar las gracias a todos los que lucharon para obtener su liberación – blogueros egipcios, en particular con la Free Kareem Coalition, internautas del mundo entero, organizaciones de derechos humanos, personalidades políticas, etc. Su abogado, Rawda Ahmad, y el director del Arabic Network for Human Rights Information, Gamal Eid, se merecen nuestro reconocimiento por su compromiso de principio a fin con Kareem, a pesar de las condiciones extremadamente difíciles en las que tuvieron que defenderlo”, añade la organización.
Gamal Eid, con el que contactó Reporteros sin Fronteras el 17 de noviembre, se ha alegrado de esta liberación, y ha recordado que “Kareem Amer nunca tendría que haber pasado cuatro años en prisión por ejercer su derecho a la libre expresión”.
“Odio hacia el islam” e “insulto al presidente”
Kareem Amer fue condenado, el 22 de febrero de 2007, a tres años de prisión por “incitación al odio hacia el islam” y a un año por “insulto al presidente egipcio” en su blog (www.karam903.blogspot.com). En éste denunciaba las alteraciones religiosas y autoritarias del gobierno, lo que le costó una primera interpelación en 2005. También escribía frecuentemente acerca de las discriminaciones sufridas por las mujeres y criticaba la universidad Al-Azhar donde estudió derecho.
El bloguero fue sometido a unas condiciones de detención deplorables. Relató en sus cartas su “reclusión en celda de aislamiento durante diez días” así como “torturas físicas, de las que no habló el médico de la prisión, quien incluso modificó (su) expediente médico”. Su solicitud para un nuevo juicio fue rechazada en 2009, al igual que la liberación anticipada a la que tenía derecho tras cumplir las tres cuartas partes de su condena.
Movilización global
En el mundo entero, muchos movimientos de movilización, organizados en particular por la Free Kareem Coalition (https://www.freekareem.org/) se organizaron a lo largo de los últimos años para reclamar la liberación del bloguero. Reporteros sin Fronteras le concedió el premio “Ciberlibertades” en diciembre de 2007. El mismo año, la organización se movilizó en París ante la embajada de Egipto y se manifestó delante del stand del país durante el Salón mundial de Turismo. En el año 2009, Reporteros sin Fronteras también llevó a cabo una acción de apoyo y sensibilización del público y de los medios de comunicación delante de la pirámide del Louvre.
Invitamos a las autoridades egipcias a que den un giro en sus relaciones con la comunidad de los internautas egipcios, y a que consideren la libertad de expresión, en particular en Internet, no como una amenaza sino como algo beneficioso para la sociedad egipcia. Podrían empezar con cesar el ensañamiento continuo que sufren los blogueros, ya sea a través de interpelaciones o bien abriendo diligencias de forma abusiva. Por otra parte, se debe hacer justicia en el caso de Mohammed Khaled Said, al que unos agentes de policía golpearon hasta la muerte delante de un cibercafé el pasado 6 de junio. Publicó en línea un vídeo en el que se veía la implicación de la policía en un asunto de tráfico de drogas.