ESTADOS UNIDOS | Elon Musk se perfila como una nueva amenaza para la prensa estadounidense
Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresa su preocupación por el deseo declarado por el multimillonario estadounidense y jefe de Tesla, Elon Musk , de establecer un sistema de calificación digital para las publicaciones de la prensa y así socavar la confianza en los medios, que se ha debilitado desde que Donald Trump se convirtió en presidente de Estados Unidos.
Nacido en Sudáfrica, fundador de SpaceX e inventor del Hyperloop, Musk es un visionario ingeniero que recibe mucha atención mediática. En las últimas semanas ha atacado en Twitter a los «journos» –término coloquial para referirse a los periodistas-. Sus airados tuits y su propuesta de calificar la credibilidad lo han colocado directamente en el salón de la fama de los estadounidenses de alto perfil que muestran una decidida hostilidad hacia la prensa.
Desde el comienzo del año, Trump se ha deleitado al otorgar premios de «noticias falsas» a los medios. Musk, su parte, dice que va a «crear un sitio donde el público pueda evaluar la verdad central de cualquier artículo y rastrear las puntuaciones de credibilidad a lo largo del tiempo de cada periodista, editor y publicación». Propone llamarlo «Pravda», una palabra rusa que significa «verdad», pero que también daba nombre a un periódico gubernamental de la era soviética que no era, precisamente, un modelo de independencia y credibilidad periodística.
«Una simple votación popular no puede determinar la verdad de una declaración», señala Elodie Vialle, directora de Periodismo y Tecnología de Reporteros Sin Fronteras. «El periodismo se basa en métodos rigurosos para verificar hechos. Tratar de utilizar la ‘sabiduría de la multitud’ para evaluar objetivamente la precisión de las informaciones, sin tener en cuenta los estándares periodísticos, es ilusorio y peligroso, como todos los intentos de socavar la credibilidad de los medios».
La prensa estadounidense ha expresado su preocupación por la propuesta de Musk. En Twitter, el periodista de The Verge Andrew Hawkins, escribió: «Musk continúa con su lenta transformación en un avatar de Trump, disparando contra los medios y vociferando de manera irracional sobre noticias falsas». En un corrosivo artículo titulado «Elon Musk, el Donald de Silicon Valley», The New York Times comparaba al consejero delegado de Tesla con el 45º presidente, y señalaba que «es propenso a los estallidos desquiciados en Twitter. Es incapaz de manejar las críticas. Regaña a los medios de comunicación por su presunta deshonestidad».
El desencanto mutuo expresado por Musk y la prensa se ha intensificado recientemente. En su último informe anual, de diciembre de 2017, Tesla se jactó de que no necesitaba recurrir a la publicidad convencional, porque la «cobertura mediática y el boca a boca» bastaban para vender sus coches eléctricos. Pero una serie de fallos técnicos y, sobre todo, la muerte de un piloto en un accidente de un vehículo autónomo, el 23 de marzo, cambiaron el tono y la naturaleza de las informaciones, así como la actitud de Musk, quien ahora culpa a la «cobertura negativa» de la caída del valor de las acciones de Tesla.
El director de Tesla comenzó su reciente ataque a los medios y anunció su plan instaurar un sitio para calificar la credibilidad después de una investigación periodística del digital Reveal – al que Musk acusa de crear «una campaña de desinformación calculada»-, el pasado abril, y de otro artículo crítico publicado en la web especializada Electrek el 23 de mayo. Pero la idea de una contraofensiva contra la prensa parece venir de antes. «Pravda Corp» se registró como empresa en octubre pasado. Un periodista que trabaja para The Economist ha confirmado que Musk es el dueño. El emprendedor que sueña con salvar a la humanidad y colonizar Marte parece tener una visión muy particular de la libertad de prensa.