HUNGRÍA | La ley de medios, inaceptable a pesar de las enmiendas
Reporteros Sin Fronteras toma nota de las enmiendas, adoptadas el 7 de marzo por el parlamento húngaro, a su polémica Ley de Medios de Comunicación. A pesar de una cierta evolución en algunos de los peores aspectos de la legislación, el núcleo del problema se mantiene al no haber alteración alguna en la composición y atribuciones del todopoderoso Consejo de Medios de Comunicación.
Los gobiernos europeos deben dejar claro a Hungría que esta votación no la exime, de ninguna manera, de su responsabilidad de hacer todo lo posible para garantizar que la legislación se ajuste al derecho internacional.
En la tarde del 7 de marzo, los parlamentarios húngaros adoptaron las enmiendas presentadas por el gobierno, presentándolas como una simple «aclaración» de la ley aprobada a finales de diciembre, asumiendo en el nuevo texto las demandas de la Comisaria Europea, Neelie Kroes. El informe favorable que la Comisión ha hecho a esta votación nos parece prematuro, ya que la ley sigue estando abierta a duras críticas.
Muchos puntos por aclarar
Si la dudosa noción de «información equilibrada» ya no se aplica a los blogs, lo hace aún a otros medios audiovisuales e Internet. Además, la ley no se aplica a los medios de comunicación extranjeros «a menos que sean de radiodifusión al pueblo húngaro, con sede en el extranjero, con el fin de eludir la legislación húngara». Todavía es una incógnita cómo se aplicaría esta medida.
La serie de «delitos» castigados por la ley se ha restringido un poco y se ha centrado en el concepto de incitación al odio o la discriminación. Por otra parte, los periodistas deben siempre respetar la «moral pública» y «dignidad humana» – nociones aún no definidas por el Consejo de Medios – so pena de enfrentarse a multas astronómicas.
Por último, los medios de comunicación húngaros ya no tienen que obtener la acreditación de las autoridades antes de empezar a transmitir. Tendrán que hacerlo en un plazo de 60 días desde el inicio de su actividad, o pagar una multa de 3.700 euros. La cantidad de formularios necesarios para obtener la acreditación es aún considerable en el nuevo texto, e incluye proporcionar el número estimado de suscriptores y una descripción de los programas dirigidos a las minorías étnicas.
El secreto de las fuentes, desprotegido
Por encima de todo, el Consejo de Medios de Comunicación, creado en diciembre de 2010, sale ileso de las enmiendas. Sin embargo, este organismo, con sus atribuciones totalmente desproporcionadas, sigue siendo el centro de la controversia.
Designados directamente por el gobierno, cinco miembros del Consejo pertenecen al partido gobernante Fidesz. A las preocupaciones por la imparcialidad del Consejo se añade la potestad de éste de pedir a las organizaciones de medios cualquier documento confidencial, so pena de 100.000 euros de multa.
Las modificaciones introducidas en la Ley de Medios no ofrecen una sola garantía de que las fuentes de los periodistas serán protegidas, y las sanciones contra los medios que violen la ley pueden suponer un castigo semejante a una prohibición de actividad del propio medio.
Reporteros Sin Fronteras hace un nuevo llamamiento a los legisladores húngaros para que vuelvan a examinar más de cerca esta legislación, y, en particular, a anulen la sección que se refiere al Consejo de Medios de Comunicación. El parlamento y el gobierno de Hungría deben adoptar urgentemente las recomendaciones del Consejo de Europa y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
