Reporteros Sin Fronteras ha escrito a la Presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, para manifestarle su preocupación por la situación de los medios de comunicación en su país desde que empezó la campaña electoral que ha tenido graves consecuencias para la seguridad y la libertad de los periodistas.
A pesar de la incertidumbre actual en Liberia, la situación mejoró tras la primera vuelta, con la reelección de la presidenta Sirleaf y el candidato de la oposición Winston Tubman. Sin embargo, RSF insta a Sirleaf a demostrar el compromiso de establecer unas condiciones que favorezcan la libertad de prensa y opinión, y a asegurar que los responsables de la violencia contra los periodistas son castigados.
Carta a la Presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf:
Presidenta Ellen Johnson Sirleaf
Mansión Ejecutiva
Monrovia, Liberia
París, 15 de noviembre 2011
Estimada Presidenta Sirleaf,
Reporteros Sin Fronteras, una organización que defiende la libertad de prensa en todo el mundo, está muy preocupada por el clima en el que han tenido que trabajar los medios de comunicación en su país desde el inicio de la campaña presidencial. Unas elecciones que han tenido consecuencias muy negativas para la libertad y la seguridad de los periodistas.
Los medios de comunicación han sufrido la tensión entre los dos principales partidos rivales, sobre todo cuando el candidato de la oposición, Winston Tubman, se retiró del 8 de noviembre. RSF rechaza la graves violaciones a la libertad de prensa y los actos de violencia ej contra los periodistas que tuvo lugar durante la segunda vuelta de las elecciones.
Ya entre las dos vueltas, varios periodistas denunciaron que se les estaba maltratado o agredido mientras cubrían cómo las fuerzas de seguridad dispersaban las manifestaciones que se saldaron con un muerto y varios heridos. El 8 de noviembre, un incendio destruyó las instalaciones de la rasio Eternal Love Winning (ELWA). Hasta la fecha no se ha arrestado a ningún sospechoso. Independientemente de si los medios de comunicación fueron el objetivo directo de esta violencia, lo cierto es que se ha creado un clima de temor en el que los periodistas son incapaces de trabajar con normalidad.
Además de la violencia ejercida contra los periodistas, RSF lamenta la decisión de la semana pasada de cerrar varios medios de comunicación. Como usted sabe, cuatro medios de comunicación fueron cerradas por orden del juez James Zota, por las denuncias presentadas por el ministro de Justicia, Christianah Tah, y el ministro de Información, Cletus Sieh.
El 7 de noviembre, la policía cerró las instalacioness de Kings FM/Clar TV (propiedad de George Weah M., candidato de la oposición a vicepresidente ), Love FM / TV (propiedad de Benoni Urey, político de la oposición) y Shattle FM, argumentando que habían estado retransmitiendo mensajes de «odio» contra el gobierno e instando deliberadamente a la violencia.
Power FM / TV sufrió la misma suerte al día siguiente, sólo que esta vez sin orden judicial, lo que parece indicar el carácter puramente arbitrario de su clausura. El 10 de noviembre los propietarios de los cuatro medios de comunicación, favorables a la oposición, comparecieron ante los tribunales. El 15 de noviembre, el juez consideró que los cuatro medios de comunicación eran culpables de incitar al odio, pero les permitió volver a trabajar.
La situación actual es delicada y está marcada por la incertidumbre, tras su reelección y el llamamiento de Winston Tubman a unas nuevas elecciones. RSF está convencida de que el cierre de medios de comunicación podría agravar la situación y, por lo tanto, damos la bienvenida a la decisión de dejar que las estaciones de radio recientemente cerradas puedan retomar su actividad demora. Se les debe permitir que reanuden su trabajo y contribuyan a la diversidad de opiniones en Liberia.
Además, la violencia ejercida contra los periodistas y los medios de comunicación locales no debe quedar impune, y le instamos a garantizar el esclarecimiento de estos incidentes. Si las elecciones presidenciales ya son susceptibles de por sí de verse afectadas por episodios de violencia, sería aún más grave si los responsables de ejercerla contra los medios de comunicación no fueran identificados y castigados como corresponde.
Un mes antes de que recoja usted el Premio Nóbel de la Paz, en Oslo, la comunidad internacional espera que demuestre el compromiso de establecer condiciones que favorezcan la libertad de los medios de comunicación en su país.
