MARRUECOS | Los periodistas deben tener libertad para cubrir las protestas del Rif
Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena el acoso a periodistas y periodistas ciudadanos que cubren las protestas que se suceden en la región del Rif, al norte de Marruecos, desde que Mohcine Fikri, un vendedor de pescado, muriera aplastado por el camión de la basura en octubre pasado.
Cabe preguntarse si las autoridades están tratando de ocultar lo que está pasando en el Rif. Según la información hasta ahora recogida por RSF, dos periodistas han sido detenidos y tres se han ocultado en los últimos días, mientras que un periodista argelino ha sido deportado.
Mohamed Al Asrihi y Jawad Al Sabry, dos reporteros del diario digital Rif24, y Abd Al Ali Haddou, un presentador de Araghi TV (televisión por Internet), llevan escondidos desde el 26 de mayo por temor a ser detenidos y acusados.
El fotógrafo de Rif Press Houssein Al Idrissi y el reportero de Agraw TV Fouad Assaidi fueron detenidos en la ciudad de Alhucemas el 27 de mayo e inmediatamente trasladados a Casablanca para que los interrogase la policía judicial.
Todavía no se sabe por qué motivos se encuentran retenidos, pero los detuvieron al mismo tiempo que a miembros del movimiento de protesta de Al-Hirak; se teme que los cargos criminales contra ellos no tengan nada que ver con sus actividades periodísticas.
“Es vital que se permita a los periodistas y a los periodistas ciudadanos cubrir los acontecimientos en el Rif o, de lo contrario, esta región podría convertirse en una zona de exclusión para la cobertura independiente de noticias, como ya lo es el Sáhara Occidental”, señala la redactora jefe de Reporteros Sin Fronteras, Virginie Dangles.
“Instamos a las autoridades de Marruecos a que liberen a los periodistas ciudadanos detenidos actualmente por ejercer su derecho a informar. También hacemos un llamamiento a poner fin a los procesos y amenazas contra ellos”.
Los periodistas extranjeros que intentan cubrir los disturbios en el Rif tampoco se han salvado. Jamal Alilat, conocido reportero del diario argelino El Watan, fue detenido en Nador el 28 de mayo y deportado después de permanecer retenido durante más de 24 horas sin que le devolvieran el equipo que le habían confiscado.
Las autoridades dijeron que Alilat fue expulsado porque no tenía permiso para grabar, un pretexto muy utilizado que se presta al abuso, porque los criterios para la concesión no son transparentes. Las autoridades no notifican a los solicitantes en un plazo razonable que su solicitud ha sido rechazada, y no se argumenta la negativa.
Marruecos ocupa el puesto 133, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2016 de Reporteros Sin Fronteras. Más sobre el país, en el Informe Anual de la organización.
