| El asesinato de Cecilio Pineda Birto reanuda el debate sobre la eficacia de los mecanismos de protección de periodistas
10.03.2017 11:44
El asesinato del periodista Cecilio Pineda Birto, el 2 de marzo en el estado de Guerrero, levanta numerosas preguntas respecto a la eficacia de los mecanismos de protección. El periodista recibía amenazas de una manera constante y, pese a ello, en octubre de 2016 las autoridades dejaron de otorgarle medidas de protección, por razones que RSF considera inadmisibles.
El periodista Cecilio Pineda Birto, de 39 años de edad, fue asesinado a sangre fría el jueves 2 de marzo de 2017 en Ciudad Altamirano, en la región de Tierra Caliente (estado de Guerrero, sudoeste del país). Cecilio era director del diario La Voz de la Tierra Caliente y colaborador de los periódicos El Universal y El Debate. Cubría la fuentes policiales. Se expresaba de forma clara y abierta, y era un periodista crítico frente a la corrupción del gobierno local. Por ello llevaba años reciebiendo amenazas y siendo víctima de intentos de asesinato.
En 2015, tras haber logrado escapar de uno de estos ataques, presentó una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero. Su caso fue enviado al Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación, que determinó que la medida idónea de protección era que saliera de su lugar de residencia. No lo hizo, principalmente por motivos de salud.
En enero de 2016, tras una primera evaluación del riesgo, el mecanismo de protección le propuso de nuevo que se refugiara en otra ciudad, pero lo rechazó de nuevo. Como medida de protección le ofrecieron vigilancia policial en su domcilio a cargo de la Policía Estatal de Guerrero. Una medida minima, deficiente en opinión de Israel Flores, representante de la sección 33 del Sindicato de Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP): “Los policías solo iban a pedirle que firmara de que si fueron a verlo, esa no es protección”, explicó a RSF. Meses después, en octubre de 2016, tras una segunda evaluación, el elevado nivel de riesgo no fue suficiente y decidieron retirarle las medidas de protección y cerrar su expediente.
En un comunicado publicado horas después de su muerte, el mecanismo de protección afirmó que le había retirado las medidas de protección porque el periodista no había querido trasladarse, y había por ello cerrado el expediente. Sin embargo, ni la ley, ni el reglamento del mecanismo mecanismo de protección contemplan la retirada de medidas ni el cierre de un expediente porque una persona se niegue a cambiar de residencia.
“Las autoridades locales y nacionales eran conscientes del grado de peligro que enfrentaba Cecilio Pineda Birto”, afirma Emmanuel Colombié, director de la oficina de América Latina de RSF. “Sin embargo, ninguna de ellas fue capaz de ofrecerle una protección eficaz. Este caso en particular ilustra la gran necesidad de replantear a fondo los procesos de evaluación de riesgos y la supervisión de las medidas previstas por el Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, a fin de evitar que este tipo de tragedias se repitan”, añade.
Para los colegas y allegados de Cecilio, no existe ninguna duda de que el crimen está relacionado con su labor periodística. Horas antes de ser asesinado, el epriodista difundió en directo en su cuenta personal de Facebook un video en el que afirmaba la existencia de “fuertes” vínculos entre las autoridades de Tierra Caliente y un narcotraficante local, Raybel Jacobo de Almonte, alias “El Tequilero”. No obstante, a una semana de los hechos, la investigación judicial no ha dado prioridad a esta hipótesis en su investigación.
Recordemos que el 20 de julio de 2016, en Tierra Blanca, estado de Veracruz, fue asesinado cobardemente el periodista Pedro Tamayo Rosas, pese a que también se encontraba bajo la protección del estado.
En su informe “Veracruz: los periodistas frente al Estado de miedo”, RSF analiza estas deficiencias de los sistemas de protección en México y hace una serie de recomendaciones detalladas para que la situación mejore.
México ocupa el lugar 149, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa publicada por RSF en 2016.
Consulta más información sobre la situación de la libertad de prensa en México en el Informe Anual elaborado por RSF-España.
