Tres periodistas de Al-Jazeera, la reportera británica Yvonne Ndege, el cámara Romuald Luyindula y el productor Mohamed Abubakar, estos dos últimos del Congo, fueron detenidos, el 15 de junio, en el punto de control de Goure. Las autoridades alegaron que «viajaban sin acreditación», y les trasladaron, junto a conductor que trabajaba para ellos, Rabiu Abdullah, a la localidad de Zinder.
Reporteros Sin Fronteras recoge con satisfacción su puesta en libertad dos día después, el 17de junio, pero lamenta que un problema administrativo haya podido resultar en varios días de privación de libertad y la confiscación de sus equipos y teléfonos móviles.
La cadena Al-Jazeera asegura que estaban haciendo un informe sobre los refugiados de la vecina Nigeria y que han sido acusados de espionaje. Por su parte, el ministro de Justicia y portavoz del Gobierno, Marou Amadou, aseguró que tenían visados, pero que carecían de la acreditación profesional solicitada oficialmente por las autoridades. Amadou insistió en que no estaban detenidos, sólo retenidos durante el tiempo necesario para inspeccionar sus equipos. La misma versión que alegó posteriormente el ministro de Comunicación, Salifou Labo Bouché, cuando fue entrevistado en la cadena Dounia TV.
«A pesar de este incidente, Níger ha dado muestras en los últimos años de un elevado nivel de respeto a los periodistas y la libertad de información», recuerda RSF, que urge, no obstante, a las autoridades del país a respetar a los medios de comunicación a pesar de las legítimas preocupaciones por la seguridad.