NIGERIA | Alarma por la situación de la libertad de información los dias previos a las elecciones

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| Alarma por la situación de la libertad de información los dias previos a las elecciones
06.02.2015 20:48
Reporteros Sin Fronteras manifiesta su alarma por la situación de la libertad de información en Nigeria los días previos a las elecciones presidenciales, previstas para el 14 de febrero. Destaca el estado de Borno, donde el grupo islamista Boko Haram ha llevado a cabo duras masacres, apenas documentadas.
«El Gobierno permite este acoso a la cobertura informativa de las elecciones, pese a la creciente necesidad de información de la población, teniendo en cuenta el clima de violencia y tensión política en el país», afirma RSF. El 25 de enero, en Kamari, al menos 15 personas fueron asesinadas, al parecer, por miembros de Boko Haram que incendiaron posteriormente la localidad. Ningún periodista tuvo acceso a la zona y las únicas fuentes de información han sido de habitantes del lugar que lograron huir. 
La misma situación se produjo a principios de año, el 3 de enero, en la ciudad de Baga, donde Boko Haram llevó a cabo una masacre sin precedentes. Amnistía Internacional cifró en 2.000 el número de asesinatos y Human Rights Watch asegura que las imágenes por satélite muestran una zona con pueblos enteros destruidos.
El norte del país, desconectado del resto de mundo
Pero esa información no ha podido ser verificada. Los riesgos a los que se exponen los periodistas locales hacen que no puedan acceder a regiones enteras de Nigeria, donde se ha creado un auténtico agujero negro informativo. El Ejército no entra en determinadas zonas y los militares desaconsejan a los periodistas visitar el norte del país.
La imposibilidad de determinar el grado de destrucción que ha impuesto Boko Haram se debe a la progresiva destrucción por parte de este grupo de las infraestructuras y medios de comunicación de las zonas que controla. Una destrucción que se ha producido ante la indiferencia del gobierno nigeriano y que ha derivado en la total ausencia de información que hay en la actualidad.
«El Gobierno condenó recientemente el atentado contra el semanario francés Charlie Hendo, en París, pero no se ha pronunciado aún sobre las últimas redadas de Boko Haram y habla tan `sólo´ de 150 muertos en Borno», lamenta RSF.
Reporteros Sin Fronteras manifiesta su preocupación por la dificultad o la imposibilidad de obtener información de la verdadera situación que atraviesa Nigeria, especialmente en las zonas controladas por Boko Haram. Las evasivas del Presidente Goodluck Jonathan sobre los medios de comunicación y el derecho de la población a la información son muy preocupantes. «Intentar esquivar un análisis externo no debe impedirle examinar la situación crítica del país en materia de seguridad. Los debates sobre política y seguridad son mas necesarios que nunca» advierte RSF.
Propaganda gubernamental
La comunicación con los pocos oficiales que siguen en Borno es limitada. Algunas fuentes mencionan que los militares han recibido órdenes de no hablar con la prensa y remiten a los periodistas a ponerse en contacto con los altos mandos de la capital federal, Abuja.
El Ejército y el Gobierno llevan varios meses destacándose lamentablemente por sus declaraciones. En mayo de 2014, anunciaron la puesta en libertad de las niñas secustradas por Boko Haram en Chibok, y en septiembre aseguraron que su líder, Abubakar Shekau, estaba muerto. Ambas informaciones eran falsas. 
Unas elecciones presidenciales difíciles de cubrir
La gravedad de la inseguridad en el norte de Nigeria está deteriorando la legitimidad del Presidente Jonathan y aumentando la improbabilidad de su reelección, lo que redunda en mayores tensiones políticas entre el partido en el gobierno y los partidos de la oposición. Se teme por el grado de violencia que puedan tener las reacciones  de los simpatizantes de los partidos tras el anuncio de los resultados electorales.
Todo esto explica por qué resulta casi imposible a los periodistas internacionales obtener visados de prensa desde hace varios meses. Los responsables de emitirlas alegan que las solicitudes están siendo examinadas por la agencia de Inteligencia conocida como Servicios de Seguridad del Estado.
Los profesionales de los medios de comunicaciones locales tampoco lo tienen más fácil. La mayoría de los medios son propiedad de políticos o empresarios que apoyan al Gobierno y los profesionales críticos se enfrentan a posibles detenciones. Fue el caso del editor de la revista Tentacle, Innocent Chidi Nwachukwu, detenido el 14 de enero. Los Servicios de Seguridad del Estado le tuvieron dos semanas detenido ilegalmente hasta que una tribunal de la capital ordenó su puesta en libertad, prevista para el 9 de febrero.
Cubrir los mítines políticos también constituye un peligro. En noviembre de 2014, en el estado de Kwara, un equipo de televisión que cubría un acto electoral del Partido Democrático del Pueblo fue agredido por los simpatizantes del partido. 
El comisario Chike Ogeah advirtió a los periodistas para que no informaran sobre “declaraciones incendiarias de políticos y sus críticos”. Días después, la Comisión Nacional de Radiodifusión también llamaba la atención a los medios por su cobertura partidista de las elecciones. 
Resulta evidente que cada vez se ha vuelto más difícil ejercer el periodismo en Nigeria. El Ejército ha confiscado varios números de periódicos alegando motivos de seguridad y los periodistas tienen prohibido cubrir los juicios a los miembros de Boko Haram. Nigeria ocupa el puesto 112 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.