REPÚBLICA CHECA | El presidente checo amenaza a los periodistas con un Kalashnikov falso
Tratando de hacer una broma, el presidente de la República Checa, Milos Zeman, empuñó un arma de fuego falsa, un Kalashnikov de madera con la leyenda “para los periodistas”, durante una rueda de prensa el pasado 20 de octubre. Reporteros Sin Fronteras no le encuentra la menor gracia a este gesto y considera esta amenaza provocadora como un nuevo ataque del mandatario checo a la libertad de prensa.
Zeman nunca se ha llevado bien con los medios checos, pero fue más allá de lo habitual durante una rueda de prensa en Praga, el 20 de octubre, en vísperas de las elecciones parlamentarias del país. Está claro que intentaba intimidar a los reporteros con este simulacro de Kalashnikov, hecho de madera, con su letrero de «para los periodistas» y una botella de alcohol en el lugar del cargador de munición.
«El presidente Zeman no es un ángel, pero ¿hasta dónde llegará su cinismo?», señala Pauline Adès-Mével, responsable del departamento para la UE y los Balcanes de Reporteros Sin Fronteras. «Blandir un Kalashnikov, incluso uno falso, a los periodistas es indigno de una democracia de la Unión Europea y constituye una amenaza grave e inquietante para la libertad de prensa».
Ofensas anteriores
Hace unos días, Zeman amenazó a un cámara en un pasillo del edificio del Consejo de Europa en Estrasburgo y le dijo a su escolta: «Deshágase de él o lo mataré». Minutos después, el portavoz de Zeman dijo que las palabras del presidente estaban completamente justificadas porque el cámara se había puesto en su camino.
En una reunión con Vladimir Putin en Pekín en mayo, afirmó que deberían «liquidar» a los periodistas porque «hay demasiados». Su tosco lenguaje carece de matices. Desde 2010, se ha referido reiteradamente a los periodistas como «basura» y «estiércol».
El impacto de su último chiste de mal gusto viene a empeorar el hecho de que acaba de pedirle a un aliado, el magnate mediático y líder del partido populista ANO, Andrej Babis, que forme un gobierno tras la victoria del partido en las legislativas del sábado 21 de octubre.
Conocido como «el Trump checo», Babis, de 63 años, es el segundo hombre más rico del país. Su imperio empresarial incluye medios de comunicación líderes y no faltan ejemplos de su intromisión en sus políticas editoriales.
Considerada durante mucho tiempo como un modelo de integración en la Unión Europea, la República Checa es hoy motivo de creciente inquietud por la amenaza a la libertad de prensa y la concentración de la propiedad de los medios en manos de unos pocos empresarios poderosos, preocupación que esta última provocación del presidente Zeman no hace más que alimentar.
La República Checa ocupa el puesto 23, entre 180 países, en la Clasificación Mundial 2017 de la Libertad de Prensa que publica Reporteros Sin Fronteras.