
TURQUÍA | RSF exige el cese inmediato de la violencia policial contra los periodistas que cubren las protestas
Al menos diez periodistas han sido agredidos físicamente, cinco han sido detenidos y varios medios han recibido amenazas y sanciones. Mientras las protestas se extienden por todo el país tras la detención, el 19 de marzo, de Ekrem İmamoğlu, alcalde de Estambul y principal opositor del presidente Erdoğan, las violaciones a la libertad de prensa no han dejado de multiplicarse. Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena esta represión implacable contra los profesionales de los medios, cuyo objetivo es obstaculizar la cobertura de los acontecimientos, y exige al gobierno que ponga fin de inmediato a esta ofensiva contra la prensa.
Desde el comienzo de la oleada de protestas contra la detención del alcalde de Estambul, Ekrem İmamoğlu -principal rival del presidente Erdoğan-, que ha sacudido todo el país, periodistas y medios han sido víctimas de una represión implacable. Según datos de RSF, al menos diez periodistas han sufrido agresiones físicas por parte de las fuerzas del orden, decenas más han sido alcanzados por gases lacrimógenos o balas de goma y cinco han sido detenidos.
«Condenamos enérgicamente la brutal represión contra los profesionales de los medios que cubren las protestas en Turquía. Estos ataques y restricciones a la libertad de prensa deben cesar de inmediato, y todos los responsables de esta violencia deben ser identificados y llevados ante la justicia. Exigimos la liberación de los periodistas detenidos y hacemos un llamado al ministro del Interior, Ali Yerlikaya, para que garantice que las fuerzas del orden respeten el derecho de la población a estar informada».
Erol Onderoglu | Representante de RSF Turquía
Detención de periodistas por cubrir las protestas
El 24 de marzo, alrededor de las 6 de la mañana, al menos cuatro periodistas -entre ellos el fotoperiodista de AFP Yasin Akgul, el fotoperiodista Bülent Kılıç, el reportero de Now Haber Ali Onur Tosun y la periodista freelance Zeynep Kuray– fueron detenidos en sus domicilios y trasladados al Departamento de Policía de Estambul para ser interrogados por su cobertura de las protestas. Ese mismo día, en Esmirna, ciudad situada al oeste del país, el fotoperiodista freelance Murat Kocabaş también fue detenido por su labor informativa sobre las manifestaciones en curso y permanece recluido en la unidad antiterrorista del Departamento de Policía de Esmirna.
La violencia policial, objetivo deliberado de los periodistas
Desde el 19 de marzo, las fuerzas de seguridad han agredido físicamente a al menos diez periodistas. En la noche del 23 de marzo, los reporteros del diario BirGün, Ebru Celik y Deniz Gungor, y el periodista de la agencia Anadolu, Murat Sengul, fueron brutalmente atacados por los antidisturbios, quienes les propinaron puñetazos, patadas y garrotazos. Decenas de profesionales de los medios, como Eylül Deniz Yasar, del canal Ilke TV, y el fotoperiodista Kemal Aslan, fueron alcanzados por disparos de balas de goma y gases lacrimógenos en la cara mientras cubrían las protestas frente a la sede de la alcaldía de Estambul, en el barrio de Saraçhane, y las manifestaciones estudiantiles frente al campus Beyazit de la Universidad de Estambul, en el distrito de Fatih.
La noche del 21 de marzo, mientras cubrían la represión policial contra los jóvenes manifestantes cerca del parque Saraçhane, Yasin Akgul, de AFP, Hakan Akgün, de la agencia Anadolu, y Dilara Şenkaya, de Reuters, fueron víctimas de violencia policial. Dilara Şenkaya recibió un puñetazo en la cabeza, mientras que Hakan Akgün fue hospitalizado con una fractura nasal. Ali Dinc, del sitio de noticias Bianet, también fue agredido mientras cubría una concentración estudiantil frente al campus de la Universidad de Estambul, cerca de Saraçhane. «Éramos cuatro periodistas, nos acorralaron en el parque de Saraçhane. Como llevaba puesta la máscara, el gas lacrimógeno no me afectó, pero comenzaron a golpearnos incluso cuando levantábamos las cámaras para mostrar que éramos periodistas. Está claro que nos atacaron por esa razón. Tengo heridas en las piernas y la espalda», declara el reportero a RSF.
Amenazas y sanciones del RTÜK
Paralelamente, el Consejo Supremo de Radio y Televisión de Turquía (RTÜK) ha intensificado su persecución contra la cobertura mediática de las protestas, amenazando a las cadenas de televisión que continúan criticando al gobierno y al poder judicial en sus informes sobre las manifestaciones públicas. El 23 de marzo, el presidente del RTÜK, Abubekir Şahin, emitió una «advertencia final» a las emisoras nacionales críticas con el gobierno, advirtiéndolas de severas multas y la posible revocación de licencias si persistían en transmitir en vivo desde los lugares de las protestas o emitían programas que cuestionaran la respuesta del gobierno, luego de las amenazas formuladas el día anterior.
El Consejo ya había sancionado a Now TV, Tele1, Halk TV y SZC TV el 20 de marzo, imponiéndoles multas equivalentes al 3% de sus ingresos publicitarios del mes anterior, debido a programas y reportajes críticos sobre la detención de Ekrem İmamoğlu. En tres ocasiones distintas, las emisiones de SZC TV y Halk TV fueron suspendidas.
Además de estos obstáculos, los periodistas y agentes de la sociedad civil con sede en Estambul se vieron gravemente afectados por la limitación del ancho de banda durante los dos primeros días de las protestas, y de forma esporádica en los días posteriores. Al parecer, la ralentización de la conexión a Internet fue solicitada por la oficina presidencial. Las plataformas más afectadas han sido Instagram, Facebook y WhatsApp.