IRÁN | RSF teme que las dos periodistas iraníes recién liberadas vuelvan a ser encarceladas
Reporteros Sin Fronteras (RSF) pide que cese el acoso judicial a las dos emblemáticas periodistas iraníes, Niloofar Hamedi y Elaheh Mohammadi, que el 14 de enero quedaron en libertad provisional bajo fianza, tras quince meses de cárcel, pero que corren el riesgo de volver a ser encarceladas por aparecer en fotos sin la cabeza cubierta. RSF pide su liberación definitiva e incondicional.
Las dos periodistas, Niloofar Hamedi y Elaheh Mohammadi, se enfrentan ya a la posibilidad de volver a ser encarceladas, pues quedaron en libertad bajo fianza equivalente a 185.000 euros, unido a la prohibición de salir de Irán, a la espera del resultado de sus recursos contra las largas penas de cárcel que recibieron por cubrir la muerte de la estudiante kurda Mahsa Amini, detenida por la policía en septiembre de 2022.
La alegría por su puesta en libertad provisional no duró mucho. Al día siguiente, 15 de enero, las autoridades judiciales anunciaron su intención de procesar a Hamedi y Mohammadi por aparecer en público sin la cabeza cubierta, según informa Agence France-Presse. En la noche del 14 de enero, circularon por las redes sociales fotos de las dos periodistas juntas en el exterior de la cárcel, sin el hiyab obligatorio.
“Tras meses de campaña por su liberación, nos sentimos aliviados al ver a Niloofar Hamedi y Elaheh Mohammadi sonriendo fuera de los muros de la prisión de Evin. Pero apenas tuvimos tiempo de expresar nuestro alivio antes de que las autoridades lanzaran una nueva amenaza de encarcelamiento. Pedimos la puesta en libertad definitiva e incondicional de estas dos periodistas y el fin del acoso judicial del que son objeto”.
Jonathan Dagher | Responsable del Área de Oriente Medio de RSF
Amenaza de nuevo encarcelamiento
Tras pasar 13 meses en la cárcel, las dos periodistas fueron condenadas por la sala 15 del tribunal revolucionario de Teherán, el 22 de octubre de 2023, al término de un juicio calificado de «farsa» por RSF. El tribunal condenó a Mohammadi a seis años de cárcel, acusada de «colaborar con el gobierno hostil de Estados Unidos», y a Hamedi a siete años de cárcel, por el mismo cargo.
La sala también condenó a ambas a cinco años por «conspirar y confabularse para cometer un delito contra la seguridad nacional» y a un año por «propaganda contra la República Islámica». Pero, según el código penal islámico de Irán, sólo deben cumplir la más larga de las tres condenas, la de seis años para Mohammadi y la de siete para Hamedi. Sus abogados presentaron un recurso, pero hasta ahora no se ha fijado fecha para la vista.
La agencia Tasnim ha declarado que «permanecerán fuera de la cárcel hasta que el tribunal de apelación tome una decisión». Pero las liberaciones provisionales de periodistas suelen ser frágiles. Muchos han sido encarcelados una y otra vez.
Oleada de arrestos
El 16 de septiembre de 2022, el asesinato de Mahsa Amini desató una oleada de protestas que se resolvieron con la detención de al menos 85 periodistas que cubrieron las manifestaciones. Entre los detenidos, destacan Hamedi y Mohammadi, quienes fueron las periodistas que dieron a conocer la noticia de la muerte de Amini al mundo.
Hamedi, periodista del periódico Shargh Daily, contribuyó a dar a conocer la noticia publicando una foto de la familia de Amini en el hospital al que fue trasladada poco antes de su muerte. Mohammadi, reportera de Ham Mihan, fue la única periodista que cubrió el funeral de Amini en Saqqez, en el Kurdistán iraní. Hamedi y Mohammadi fueron detenidas los días 22 y 29 de septiembre, respectivamente. RSF denunció el acoso judicial a estas dos periodistas en su presentación, el 18 de diciembre, ante la misión de investigación de Naciones Unidas en Irán.
En Irán siguen encarceladas cuatro mujeres periodistas que se resisten a la sumisión y luchan por los derechos de las mujeres iraníes. Se trata de Vida Rabbani, Saeedeh Shafiei, Nasim Sultan Beigi y Narges Mohammadi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2023 y que sigue siendo perseguida en prisión por hablar en defensa de sus compañeras detenidas.