RUSIA | El Kremlin refuerza el control de Internet a tres meses de las elecciones presidenciales
Reporteros Sin Fronteras condena la nueva ofensiva rusa contra Internet. Las autoridades han multado y han amenazado con cerrar plataformas de mensajería encriptada, como Telegram, para conseguir que aporten sus claves de desencriptado. La web Open Russia ha sido bloqueada sin orden judicial, y Twitter y Youtube están de nuevo bajo amenaza.
Es la última ofensiva de las autoridades rusas en un país que se prepara para las elecciones presidenciales el próximo mes de marzo. El 12 de diciembre, un tribunal de Moscú confirmó la multa de 11.500 euros impuesta a Telegram por negarse a dar la contraseña que desencriptaría sus mensajes al Servicio Federal de Seguridad de Rusia. De continuar negándose, las autoridades podrían bloquear el servicio el próximo 28 de diciembre.
Para lograr las claves, las autoridades recurren a la ley antiterrorista de 2016, adoptada entre numerosas protestas de la sociedad civil. Pero Telegram ha construido su reputación de respeto a la libertad de expresión y privacidad, y se asegura que la solicitud de las autoridades rusas constituye una violación de esos principios.
Desde Telegram también se ha insistido en que no tienen acceso a las claves de desencriptado, generadas por los teléfonos de cada usuario individualmente. Agora, el grupo de derechos humanos que representa a Telegram en este caso, ha escrito al Relator Especial de Naciones Unidas para la Libertad de Expresión, David Kane, para pedirle que intervenga.
Mientras tanto, el 13 de diciembre, un tribunal administrativo de Moscú rechazó una denuncia contra el Servicio Federal de Seguridad de Rusia interpuesta por el conocido periodistas independiente Oleg Kashin que alegaba que el desencriptado de los mensajes de Telegram violaba el derecho a la confidencialidad de las fuentes. En octubre el periodista Alexander Plyushchev vio denegada igualmente una denuncia en el mismo sentido.
Bloqueo, de facto y como amenaza
La legislación adoptada recientemente que permite bloquear sin orden judicial a sitios web que tengan vínculos con “organizaciones extranjeras no deseadas” no ha tardado en aplicarse. El 12 de diciembre se bloqueó Open Rusia, y todos sun recursos vinculados con once organizaciones consideradas “indeseables” hasta la fecha.
Open Russia está vinculada con un movimiento político del mismo nombre fundado por Mikhail Khodorkovsky, crítico con el Kremlin y exiliado en la actualidad. Pero no existe una conexión legal entre ellos.
Además, la agencia de vigilancia de telecomunicaciones Roskomnadzor ha iniciado una nueva lucha con gigantes internacionales, como Twitter y Youtube, para pedirles que borren las cuentas de Open Russia o se arriesguen ellos mismos a ser bloqueados en todo el país. La red social rusa Odnoklassniki ha cedido inmediatamente a sus pretensiones.
Roskomnadzor ha ordenado a todos los medios de comunicación que borren todos los links a web bloqueadas por “ayudar a difundir contenido ilegal”. La web de The News Times ya recibió un requisito formal a finales de noviembre sobre tres vínculos a “contenido ilegal”.
“Las autoridades rusas llevan tiempo endureciendo su legislación en Internet. En los últimos años han desarrollado un nivel de censura sin precedentes”, afirma Johann Bihr, responsable de la oficina de Europa del Este y Asia Central de Reporteros Sin Fronteras.
“Recordamos que los últimos ataques a la libertad de expresión violan la Constitución rusa y el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Pedimos de nuevo a las autoridades rusas que revoquen estas leyes y respeten sus obligaciones internacionales”, añade Bihr.
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Rusia ocupa el puesto 148 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.
Consulta más información sobre Rusia en el Informe Anual elaborado por RSF-España.