RUSIA | RSF denuncia la incoherencia de las acusaciones contra el periodista Abdulmumine Gadjiev y exige su puesta en libertad
La justicia de Gagestán ha decidido prorrogar dos meses más la detención preventiva del periodista Abdulmumine Gadjiev, en prisión desde el pasado mes de junio, acusado de financiar el terrorismo islámico. Reporteros Sin Fronteras (RSF) denuncia la falta de fundamento real de estas acusaciones y exige su inmediata puesta en libertad.
El tribunal de Majachkala, capital de la república rusa de Dagestán, ha decidido extender hasta el 13 de noviembre la detención de Gadjiev a petición del fiscal que investiga el caso y que argumenta la necesidad de interrogar a otros testigos y de estudiar la actividad del periodista en las redes sociales.
Gadjiev, redactor jefe de la sección de religión del semanario independiente Chernovik, fue detenido el 14 de junio en su domicilio, donde la policía le incautó sus equipos informáticos y otros dispositivos electrónicos.
En un primer momento fue acusado de organizar, desde el año 2011, la recaudación de fondos para la organización del Estado Islámico (ISIS) en Vkontakte, la versión rusa de Facebook. Asimismo, según fuentes de la acusación, Gadzhiev supuestamente habría entregado dinero a “fundaciones caritativas”, algunas de las cuales fueron calificadas más tarde como organizaciones terroristas.
Los cargos contra Abdulmumine Gadjiev fueron modificados posteriormente. Ahora se le acusa de haber publicado en 2013 una entrevista con Abu Umar Sasitlinsky, director de la fundación caritativa «Ansar», que fue prohibida a finales de 2014. Esta nueva acusación refleja la falta de pruebas claras en el caso, sobre todo porque la acusación se basa, esencialmente, en el testimonio de un solo testigo, Kamel Tambiev, que explicó haber confesado bajo tortura para inculpar al periodista.
Abdulmumine Gadjiev podría ser condenado a cadena perpetua si se confirman los cargos contra él.
La oficina de RSF en Europa del Este y Asia Central denuncia enérgicamente la inconsistencia y la falta de fundamento real de los cargos contra Abdulmumine Gadjiev. La prolongación de su detención preventiva, a pesar de la flagrante falta de pruebas, demuestra el propósito de encarcelar al periodista a toda costa y de crear un clima de inseguridad para toda la profesión.
Por su parte, Gadjiev niega todos los hechos que se le imputan y denuncia un “montaje” en su contra. Además, la defensa ha denunciado regularmente la restricción de visitas al periodista, incluidas las de sus abogados, y ha solicitado que pueda beneficiarse del arresto domiciliario.
Mientras tanto, colegas y lectores han tratado de organizar huelgas y protestas para exigir su puesta en libertad, pero se enfrentan constantemente a las reiteradas respuestas negativas del Ministerio de Justicia ruso, más de doscientas a día de hoy.
El 28 de agosto pasado se celebró en Moscú una rueda de prensa con defensores de los derechos humanos, abogados y colegas de periodistas. Todos expresaron su preocupación y señalaron que la persecución contra Gadjiev contribuye a crear un clima peligroso para toda la profesión. “Memorial”, una ONG rusa de derechos humanos, ha anunciado que añade el nombre de Gadjiev a su lista de presos políticos.
Todo sugiere que las acusaciones contra el periodista de Dagestán son una forma más de presionar al periódico Chernovik, uno de los medios independientes más populares en la región, acostumbrado a este tipo de presiones. Durante tres años, el semanario fue acusado de confabulación con el terrorismo, antes de que todos los cargos fueran finalmente retirados en 2011. Su fundador, Khadjimourad Kamalov, fue asesinado unos meses después.
Rusia ocupa el puesto 148 de 180 que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.
Consulta más información sobre Rusia en el Informe Anual elaborado por RSF-España.