Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena el asesinato del reportero radiofónico Jamal Farah Adan, perpetrado el 1 de marzo por dos hombres armados en la ciudad de Galkayo, en el centro de Somalia. La organización pide a las autoridades somalíes que tomen medidas urgentes para mejorar la seguridad de los periodistas.
Jamal Farah Adan, que tenía 56 años y trabajaba como freelance para Radio Daljir, Radio Galkayo y Radio Garowe -tres de las principales emisoras de radio del centro del país-, fue tiroteado alrededor de las 6:45 de la tarde mientras estaba sentado ante una tienda propiedad de su familia.
Según la información recabada en el hospital local por el Sindicato Nacional de Periodistas Somalíes (NUSOJ), organización socia de RSF, el reportero murió casi de inmediato tras recibir tres disparos en la cabeza y el cuello. Los dos hombres armados huyeron del lugar y, en el momento de redactar esta nota, no se habían realizado detenciones.
Según sus colegas, Adan había recibido recientemente amenazas en relación con sus críticas a las operaciones llevadas a cabo por Al-Shabaab, grupo rebelde armado islamista que ha cometido la mayoría de los asesinatos de periodistas en Somalia. Desde 2010, más de 50 periodistas han sido asesinados en el país, casi la mitad de todos los periodistas africanos asesinados durante el mismo período.
«Este último asesinato de un periodista, el primero en Somalia en 2021, es un escalofriante recordatorio de los terribles peligros a los que están expuestos quienes intentan informar en este país», señala Arnaud Froger, responsable del departamento para de África de RSF. “Condenamos estas ejecuciones sumarias, propias de una época pasada, e instamos a las autoridades a que adopten medidas concretas, como la creación de un mecanismo nacional de protección a los periodistas, así como a continuar con los esfuerzos ya iniciados para combatir la impunidad de estos asesinatos”.
En septiembre de 2020, las autoridades somalíes nombraron un fiscal especial con la tarea de investigar los más de 50 asesinatos de periodistas de la última década, un paso sin precedentes en Somalia.
Cuando RSF visitó Somalia por primera vez, al mes siguiente, y se reunió con el presidente y el primer ministro somalíes, hubo un compromiso para imponer una moratoria a las detenciones de periodistas en relación con su trabajo. La moratoria prometida aún no se ha materializado y ahora el país está inmerso en una crisis política, con elecciones presidenciales y parlamentarias en suspenso.
Somalia ocupa el puesto 163, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 de RSF.