Reporteros Sin Fronteras (RSF) condena el cierre ilegal, el 15 de diciembre, del periódico Al-Tayar por parte de la Inteligencia Nacional de Sudán y el Servicio de Seguridad (NISS).
Los periodistas de Al-Tayar creen que el cierre es un castigo por un editorial en el que el director, Osman Mirghani, criticaba el anuncio del ministro de Finanzas de restringir los subsidios al combustible, la electricidad y el trigo, y en el que pedía la dimisión del ministro. El periódico reproducía una cita del ministro en la que describía a Sudán como una «nación consumista e improductiva».
Mirghani, queinformó del cierre, informó de que la víspera había recibido una llamada telefónica de un oficial NISS ordenándole no imprimir el último número. Como no obedeció, los ejemplares fueron confiscados por agentes del NISS el mismo día, de nuevo sin dar razones.
«Este cierre arbitrario es muy preocupante», apunta Cléa Kahn-Sriber, responsable para África de RSF. «Se supone que el diálogo nacional que comenzó en octubre pasado debe permitir abordar las cuestiones económicas y de seguridad de Sudán, por lo que estas medidas de censura simplemente refuerzan la opinión de quienes dudan de la buena fe del gobierno sudanés. Hacemos un llamamiento para que se reabra Al-Tayar de inmediato para que pueda continuar proporcionando informaciones al público, incluyendo la cobertura de la política económica».
Los ataques contra este periódico independiente no son ni nuevos ni raros. Según el director de Al-Tayar, ocho números del periódico han sido confiscados desde principios de año, cuatro de ellos en febrero.
El NISS ya cerró Al-Tayar en 2012, después de que criticase el espionaje electrónico de la agencia a los partidos de la oposición y publicase un reportaje sobre la corrupción en las agencias estatales. No se le permitió reabrir hasta mayo de 2014, después de ganar una demanda contra el NISS.
El NISS se apodera de tiradas completas de periódicos, ya sea para secuestrar una noticia o para castigar a un periódico por una historia ya publicada. La opinión pública internacional se alarmó por la espectacular incautación de 14 tiradas de periódicos una sola tacada en febrero.
Semejantes ataques causan terribles pérdidas en los periódicos, que tienen que pagar los costes de impresión de la edición sin recuperar nada por las ventas.
El NISS había mostrado moderación en los últimos meses, sin causar ningún problema al diario desde el 20 de septiembre. Expertos en medios sudaneses lo atribuyen a un deseo de ayudar a allanar el camino para el diálogo nacional que comenzó en octubre y que está previsto que termine en enero.
Sudán ocupa el puesto 174, de 180 países, en la Clasificación Mundial 2015 de la Libertad de Prensa que publica Reporteros Sin Fronteras.