SUDÁN | Siete periodistas han sido asesinados en dos años de guerra bajo el silencio mediático

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Desde el inicio del conflicto armado entre el ejército regular y las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido (FAR) hace dos años, al menos siete periodistas han sido asesinados, uno permanece desaparecido y cerca de 15 profesionales de los medios han sido detenidos arbitrariamente, dos de los cuales continúan encarcelados. Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha documentado la impunidad sistemática con la que actúan las partes y hace un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que actúe de inmediato en defensa de la libertad de prensa y la protección de los periodistas en Sudán.

«Existe una profunda disonancia entre la tragedia humana que ya se prolonga por dos años en Sudán y la escasísima cobertura mediática. En el norte de Darfur, el acceso al terreno es tan complejo que resulta extremadamente difícil para la prensa verificar los ataques contra la población civil. Ambos bandos son responsables de cometer abusos contra periodistas con total impunidad. El ejército de Sudán debe liberar de inmediato al reportero Hassan Hamed, y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) deben hacer lo mismo con Mamoun Hassan Hamid. Mientras no se restablezca la paz, es imperativo que la comunidad internacional ejerza presión sobre ambas partes enfrentadas, y sobre sus aliados,  para que se garantice el acceso libre, independiente y seguro de la prensa a todo el territorio sudanés».

Martin Roux | Responsable de la Oficina de Crisis de RSF

  • Siete periodistas asesinados a causa de su trabajo

Según datos de RSF, al menos siete periodistas fueron asesinados entre julio de 2023 y noviembre de 2024: Issam Hassan Morjan y Sami Abd el-Hafidh, periodistas de Sudan National Broadcasting Corporation (SNBC); Halima Idris Salim, reportera de la televisión independiente Sudan Bukra; Ahmed Youssef Arabi, del canal Blue Nile Channel; Khaled Balel, periodista y director de medios del Consejo Supremo de Medios y Cultura de Sudán; el reportero de investigación Muawiya Abdel Razek, colaborador de medios digitales sudaneses como Al Jarida, Akhir Lahza y Al Akhbar; y el cámara Hatem Maamoun,  colaborador de Sudania24.

Cinco de los asesinatos se produjeron en la región de Jartum, la capital, el sexto tuvo lugar en El Fasher, Darfur Norte, y el último en Gebeit, Estado del Mar Rojo. Cuatro de estos crímenes se atribuyeron al grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), y los otros tres, a grupos armados no identificados.

Abdel Rahman Warab, periodista de la agencia de noticias sudanesa SUNA, sigue en paradero desconocido. Según diversos informes, fue secuestrado en su domicilio de Jartum por combatientes de las FAR en junio de 2023.

  • 17 profesionales de los medios han sido detenidos, dos siguen encarcelados 

“Me aterrorizaba que mis carceleros encontraran un ejemplar de Al Midan”, recuerda Haitham Dafallah, quien estuvo detenido durante más de dos meses, entre enero y marzo de 2024, por las Fuerzas de Apoyo Rápido en el área metropolitana de Jartum. Antes del estallido de la guerra, Dafallah escribía una columna en este diario en la que criticaba abiertamente al grupo paramilitar. Su colega Sidig Dalaï, vivió una experiencia similar tras ser arrestado en mayo de 2024. Fue víctima del aparato de inteligencia militar en Ad-Damazin, en el Estado del Nilo Azul, cuando, “con los ojos vendados, fue obligado a subir a una furgoneta”  mientras se dirigía a una cita administrativa.

En total, 17 profesionales de los medios han sido encarcelados y detenidos arbitrariamente por las FAR o el ejército regular desde el 15 de abril de 2023. Entre ellos hay periodistas freelance, empleados de la cadena pública sudanesa SNBC, el canal qatarí Al Jazeera, la cadena de televisión egipcia Al Ghad y el sitio web de noticias libanés Tayyar. En la mayoría de los casos, las detenciones se prolongaron durante varios días. Sin embargo, el periodista Ali Tarek Arash, del diario Al Jarida, estuvo retenido durante casi diez meses por soldados del ejército, tras publicar un artículo sobre los abusos cometidos contra personas desplazadas. Otro caso, es el del reportero freelance Aladdin Abu Harba, secuestrado durante ocho días por un grupo armado presuntamente vinculado a las FAR, que fue liberado después de que su familia pagara un rescate.

Actualmente dos periodistas siguen encarcelados. Hassan Hamed, reportero de Independent Arabia, versión en árabe del sitio web británico de noticias Independent, fue detenido por las fuerzas gubernamentales cuando informaba desde Puerto Sudán, bastión del ejército en el Mar Rojo, el 9 de octubre de 2023. El trabajador de medios Mamoun Hassan Hamid, que se encuentra en paradero desconocido, fue detenido por las FAR en enero de 2024.

  • Periodistas heridos, amenazados, hostigados en redes y vigilados

Al menos cuatro periodistas han resultado heridos mientras informaban o han sido atacados directamente por ejercer su labor informativa. Entre ellos se encuentra el fotoperiodista Muhammad Nour El-Din, el periodista de la SNBC Walid Shahlabi, el columnista Ismat Ibrahim y la reportera independiente Aïcha Sammani.  En agosto de 2023, Fath Al-Rahman Hamouda, periodista del medio digital sudanés Al Taghyeer, fue amenazado de muerte tras ser retenido a punta de pistola por combatientes de las fuerzas armadas en la ciudad de El-Obeid. Por su parte, Fatima Ali Saeed, periodista del diario proislamista Al Wifaq, denunció ante Reporteros Sin Fronteras (RSF) haber sido víctima de agresiones sexuales y acoso debido a su trabajo, por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido.

Según informaciones de RSF, al menos una quincena de periodistas han sido objeto de campañas de ciberacoso relacionadas con su cobertura informativa. Además, varios corresponsales internacionales enviados a Sudán han señalado a la organización que sus movimientos son vigilados de forma sistemática por el ejército, actualmente la única autoridad que permite el ingreso y desplazamiento dentro del país.

  • El Fasher, Darfur Norte: un agujero negro informativo en el frente de guerra

En Darfur del Norte se ha convertido en una de las regiones más peligrosas del país para ejercer el periodismo, donde tanto las Fuerzas de Apoyo Rápido como el ejército sudanés cometen masacres contra la población civil. “Esta guerra ha obligado a los mejores periodistas de El Fasher a huir por motivos de seguridad y por la falta de medios económicos”, se lamenta Mohamed Chouaib. Aunque él mismo, reportero de la página local Salateen News Network en Facebook, abandonó la capital de la región en septiembre de 2024, optó por quedarse lo más cerca posible. Desde el campamento de Zamzam, azotado por la hambruna y las mortíferas incursiones de las FAR, continúa su labor informativa. Zamzam es la última zona de Darfur controlada por el ejército regular.

Los testimonios recogidos por Reporteros Sin Fronteras (RSF) en Darfur Norte documentan la censura sistemática, la vigilancia permanente, las amenazas dirigidas a las fuentes de los periodistas y los frecuentes cortes de Internet. De los ocho canales regionales árabes con corresponsales en Sudán (Al Qahera News, Al Araby, Al Ghad TV, Al Hurra, Al Ekhbariya, Al Jazeera, Al Sharq y Al Hadath), solo este último, de origen saudí, mantiene a un periodista en Darfur. El resto de los corresponsales locales de estos medios trabajan en Port Sudan o en las zonas bajo control del gobierno en Jartum.

Pese a los peligros, Chouaib se niega a abandonar Darfur del Norte. “Es nuestro deber profesional y humano permanecer en El Fasher para informar al mundo y dar voz a las víctimas. Esa es la esencia misma del periodismo”, afirma a RSF. 

La  organización ha contactado con los portavoces del ejército sudanés y de las FAR, pero no ha recibido respuesta.