SUECIA | RSF condena la violencia policial y pide que se respete el compromiso con la libertad de prensa

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Cuatro periodistas han sido arrestados recientemente y se ha impedido su trabajo.  Reporteros Sin Fronteras (RSF) está atónita ante el desconocimiento de la policía sueca de la protección legal de la libertad de prensa. 

El 22 de agosto, la policía de Estocolmo arrestó al periodista Markus Jordö mientras trabajaba en un documental para la cadena pública de televisión sueca, SVT. Este es el cuarto periodista en los últimos meses al que la policía de la capital impide trabajar mediante el uso de la fuerza.

«Estoy estupefacto ante el simple hecho de que la policía interfiera en el trabajo de un periodista de forma directa, rechazando su identificación, arrestándolo y confiscando su equipo de trabajo. A juzgar por otros dos incidentes similares ocurridos en los últimos meses, la policía desconoce los derechos de los periodistas y la protección de sus fuentes», afirma el presidente de RSF Suecia, Erik Halkjaer.

«Las detenciones arbitrarias de periodistas no son dignas de un país tradicionalmente ubicado en los puestos más altos de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF», sostiene Pavol Szalai, responsable del Área de la UE/Balcanes de RSF. «Exigimos a las autoridades que estén a la altura de los compromisos internacionales y de la responsabilidad de Suecia. El país debe predicar con el ejemplo, especialmente cuando el próximo mes de enero asumirá la presidencia semestral de la UE». 

Markus Jordö estaba cubriendo una manifestación por el clima que bloqueaba una autovía en el sur de Estocolmo cuando fue detenido junto a otros activistas. La policía ni le explicó los motivos de su arresto ni le dio la oportunidad de argumentar el porqué de su presencia en el lugar. Tampoco tuvo ocasión de identificarse como periodista. La policía confiscó su cámara, su teléfono móvil y sus tarjetas de memoria, lo cual constituye una clara violación de la Constitución sueca, que protege las fuentes de los periodistas.

Tras pasar nueve horas en una celda, fue puesto en libertad y recuperó su cámara, pero la policía retuvo sus tarjetas de memoria durante más de 24 horas. Fue acusado de sabotaje, pero, finalmente, esa semana fue absuelto de cualquier delito.

Periodistas maltratados igual que los activistas climáticos

El 3 de junio, en Estocolmo, tuvo lugar un incidente similar que ahora es objeto de investigación por parte del ministro de Justicia sueco. Jonas Gratzer, que estaba trabajando para Getty Images, y Noa Söderberg, periodista del periódico Flamman y miembro de la junta de la Federación Sueca de Periodistas (SJF), fueron forzados a detener su cobertura de la protesta con motivo de la conferencia climática Estocolmo +50 y fueron trasladados por la policía a las afueras de la ciudad. Nuevamente, a los periodistas se les trató como a los activistas climáticos a los que ellos estaban cubriendo. La policía también confiscó su equipo y sus teléfonos móviles, manteniéndolos fuera de su alcance hasta que fueron liberados.

Cuando se pidió a Jonas Gratzer y Noa Söderberg que se identificaran, la policía se negó a utilizar otro medio que no fuera la acreditación de prensa que, no obstante, ninguno de los dos llevaba en ese momento, pero que no es una condición indispensable para que los periodistas puedan trabajar en Suecia. Jonas Gratzer llamó a su jefa de Getty Images, pero la policía se negó a hablar con ella.

Otros muchos periodistas estaban presentes, pero la policía los dejó ir.

Se refuta la versión de la policía

En una reunión posterior al incidente, el jefe de prensa de la policía sueca, Varg Gyllander, se disculpó ante Erik Halkjaer y el presidente de la Federación Sueca de Periodistas (SJF), Ulrika Hyllert. Aunque no prometió que los periodistas no volverán a ser tratados de forma similar, sí aseguró a RSF y a SJF que la policía está al tanto de las leyes que protegen las fuentes periodísticas y de aquellas sobre libertad de prensa. Sin embargo, el portavoz insistió en que aunque es muy difícil identificar quiénes son periodistas en eventos de ese tipo, en ambos incidentes se les dio la oportunidad de identificarse como tales. Esta versión ha sido refutada por los tres periodistas detenidos. El policía tampoco habló acerca de la confiscación del equipo de trabajo periodístico, los teléfonos móviles y las tarjetas de memoria.

RSF y SJF han presentado una denuncia ante el ministro de Justicia sueco, quien está de acuerdo con las dos organizaciones en que la policía pudo haber violado el derecho constitucional a proteger las fuentes periodísticas y maltratado a los periodistas. El incidente está siendo actualmente investigado por la Fiscalía.

Reportero arrastrado

Estos dos abusos policiales fueron seguidos de otro incidente el 14 de abril, cuando siete policías obligaron a un reportero que estaba trabajando para SVT a parar de grabar en un barrio a las afueras de Estocolmo. Aunque se identificó con su acreditación de prensa, los policías confiscaron su cámara y lo obligaron a enseñar las grabaciones. Asimismo, también lo sujetaron por los brazos y se lo llevaron a rastras, acusándolo de haber cometido un delito.

La policía lo acusó de haber grabado cerca del cuartel policial. Este edifico está considerado un objeto de seguridad nacional y no puede ser filmado, pero de acuerdo con un veredicto del Tribunal Supremo sueco, desde 2015 es legal que un periodista que está trabajando para un canal de noticias grabe objetos de seguridad nacional siempre y cuando se haga con fines informativos y las imágenes se publiquen en medios de comunicación.

Siguiendo la denuncia presentada por RSF y SJF con respecto al anterior incidente, SVT presentó otra en julio ante el Defensor del Pueblo por censura y obstrucción a la recabación de material periodístico durante el incidente de abril. La policía tiene hasta el 31 de octubre para dar explicaciones sobre las acciones de los agentes. En paralelo, la Fiscalía ha abierto una investigación contra 7 de ellos.

Suecia ocupa el puesto 3 de 180 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF 2022.