El pasado 18 de febrero Reporteros Sin Fronteras envió una carta al Ministro del Interior tanzano, Emmanuel Nchimbi, para pedir que cese la campaña de acoso de los poderes públicos, al periodista Erick Kabendera y su familia.
“La muerte de dos periodistas en cuatro meses, ha afectado profundamente al mundo de la información a nivel nacional. El acoso que sufre Kabendera por parte de las autoridades, agrava la situación de la prensa en Tanzania, ya que estos hechos no son fruto del azar. Se está perjudicando a un prestigioso profesional al parecer para proteger a un alto funcionario del Estado”, afirmaba la carta.
“Reporteros Sin Fronteras pide el cese del acoso y exige que se garantice la seguridad de Kabendera y de su familia” añadía Chistophe Deloire, secretario general de RSF.
Erick Kabendera, ex periodista del diario The Guardian, recibió en 2009 el premio David Astor de periodismo que reconoce a los “periodistas prometedores y con gran futuro”. En diciembre de 2012 el citado periodista declaró en Londres a favor de la bloguera Sarah Hermitage en un proceso interpuesto por Reginald Martinez, empresario tanzano y co propietario del The Guardian. Desde su vuelta a Tanzania ha sido víctima de numerosos intentos de intimidación. Su casa ha sido saqueada tres veces y su nacionalidad ha sido cuestionada, sin fundamento legal, por los funcionarios del servicio de inmigración.
Familiares del periodista, mayores y enfermos, fueron conducidos en condiciones indignas ante la oficina de inmigración antes de ser sometidos a un interrogatorio de más de ocho horas. Posteriormente se le dijo que tenía que firmar una serie de documentos sin ni siquiera poder leerlos.
Los padres del periodista, que han trabajado toda su vida en la administración tanzana, no recibieron ningún tipo de explicación tras el interrogatorio. El Comisario de Inmigración, Magnus Paul Ulungi, afirmó que este era un caso para seguir de cerca. Al mismo tiempo otro agente lo acusó de ser sospechoso de vender secretos de estado a potencias europeas pero que todo iría bien si Kabendera se comportaba con “humildad”.
“En la clasificación de países publicada por RSF en cuanto a la libertad de expresión, Tanzania ha descendido 36 puestos respecto al año anterior “ afirma RSF.