TÚNEZ | Acoso policial al periodista de investigación Walid Mejri por un artículo sobre seguridad
Cinco organizaciones -Reporteros Sin Fronteras (RSF); la Red Euromediterránea de Derechos Humanos; el Sindicato Nacional de Periodistas Tunecinos; el Centro de Libertad de Prensa de Túnez, y la Liga Tunecina de Derechos Humanos y Vigilancia para la Democracia y el Estado Civil- condenan el interrogatorio al que la brigada de delitos ha sometido al periodista de investigación Walid Mejri sobre de un artículo de 2013 que hablaba de una unidad policial de seguridad paralela.
Mejri, editor de la versión en árabe del diario digital Inkyfada –nominado al premio RSF a la Libertad de Prensa 2015-, fue citado e interrogado el 11 de diciembre acerca de la información sensible sobre seguridad que se cree que posee.
Al mismo tiempo, se le dijo que está siendo objeto de un proceso penal en relación con el artículo que escribió para la web Nawaat en 2013 sobre la existencia de un aparato de seguridad paralelo con base en el aeropuerto de Túnez, aunque no se le facilitó ningún detalle sobre los cargos en su contra.
Según nuestras fuentes, el proceso penal se está iniciando en este momento, cuando ya han pasado más de dos años desde que se publicara el artículo, y por diversas razones, entre ellas el hecho de que las autoridades siguen molestas y avergonzadas por el reportaje de investigación de Mejri.
«La acción de la policía de convocar Walid Mejri para interrogarlo sienta un precedente muy peligroso», señalan las cinco organizaciones en un comunicado conjunto. «Si se inicia un procedimiento contra un periodista, sólo debe hacerse bajo el Decreto-Ley N ° 115-2011 y no bajo el código penal. La brigada contra el crimen no debe acosar a los periodistas de esta manera. La actual situación de seguridad no debe utilizarse como pretexto para restringir la libertad de los medios de comunicación y la información».
El Decreto-Ley N ° 115-2011 libertad se refiere a los medios de comunicación. En virtud del artículo 11 de esta ley, ningún periodista puede ser sometido a presiones por ningún tipo de funcionario. Los periodistas no están obligados a revelar sus fuentes a menos que lo ordene un juez competente, y sólo cuando la información requerida no se pueda obtener de otra manera.