TÚNEZ | Carga policial en la capital, el Primer Ministro culpa a los medios de la agitación social
Mientras celebra el progreso tunecino en el ámbito de las libertades públicas, Reporteros Sin Fronteras mantiene su preocupación por la violencia empleada contra los periodistas por parte las fuerzas de seguridad durante la manifestación en la capital del 15 de julio. Preocupa también el hecho de que el primer ministro, Béji Caid Essebsi, haya tachado a los medios de comunicación de corresponsables de los actuales disturbios sociales y políticos.
El 15 de julio, la policía bloqueó el acceso al Palacio de la Kasbah, donde un centenar de personas trataba de manifestarse contra las políticas del actual gobierno. Muchos de los manifestantes se desplazaron a la mezquita más cercana a postular sus demandas, acompañados por decenas de periodistas que se encontraban allí para cubrir la protesta.
Las fuerzas de seguridad cargaron contra los manifestantes en varias ocasiones -golpeándoles con porras, insultándoles y usando gas lacrimógeno- y atacaron también a los periodistas presentes, claramente identificables por sus cámaras, incluso sin llevar el distintivo de la prensa.
Entre los profesionales de los medios de comunicación que sufrieron la carga policial se encuentran: Nesrine Alloush y Shaker Besbes (de Radio Mosaïque); Khawla Selliti ( de Radio 6); Fethullah Amani y Al-Bashir Saghairi (de Radio Juventud); Assad Mahmoudi (de Tunisna); Reza Al-Tamtam y Farhani Marwan (freelances); y Hayar Al-Mutairi y Bassam Al-Barqawi ( de Al Sa’a).
«La policía ha atacado deliberadamente a cientos de personas», declaró a RSF la corresponsal de la Agence France-Presse, Sofiane Ben Farhat, que afirmaba incluso haber escuchado a hombres uniformados gritar «hay que atacar a los hombres con cámara de ahí abajo».
En su defensa, la policía ha acusado a los manifestantes de vandalismo y consumo del alcohol en la mezquita. Al día siguiente, la Unión de Periodistas presentó una denuncia contra el Ministerio del Interior.
Reporteros Sin Fronteras lamenta los comentarios sobre los profesionales de los medios de comunicación pronunciados durante el discurso a la nación del Primer Ministro, Essebsi, calificando a la labor periodística como peligrosa y asimilando claramente a los periodistas con agitadores culpables de los disturbios actuales.